La Guardia Civil alerta a los hosteleros sobre nuevos robos en máquinas "tragaperras"

Imputados tres hombres por el robo de más de 500 euros en un bar de Renedo de Piélagos

La Guardia Civil ha alertado a los hosteleros sobre nuevos robos en máquinas 'tragaperras' después de que esta semana se haya imputado a dos hombres por este delito en un bar de la localidad de Renedo de Piélagos y a un tercero como cómplice, todos ellos de nacionalidad rumana.

En concreto, según ha informado este cuerpo, los acusados se han podido apoderar de unos 580 euros de una máquina recreativa utilizando diferentes argucias para la extracción del dinero, todo ello con el establecimiento abierto al público.

La alarma saltó cuando a una persona que se encontraba jugando en una máquina "tragaperras" en el bar le correspondió el premio mayor, pero tan solo le salieron unos pocos céntimos, lo que puso en conocimiento del responsable del establecimiento.

Pensando que se podía tratar de un problema técnico, avisaron al servicio técnico encargado del mantenimiento de la máquina, que comprobó que la tolva había sido vaciada y que en el depósito de billetes había uno de 20 euros que resultó sospechoso.

Puestos los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, se pudo establecer que la máquina había sido presuntamente manipulada el pasado 24 de febrero, utilizando el billete de 20 euros encontrado dentro.

La argucia consiste, según la Guardia Civil, en neutralizar con el billete el sistema de lectura de la máquina para que, al detectar los 20 euros, ésta devuelva 10, y los otros 10 restantes los utiliza para jugar, al tiempo que se consigue extraer nuevamente el billete utilizado, con el que se repite esta operación.

De esta forma se va obteniendo el cambio que da la máquina, se juega hasta conseguir los premios, vaciando la tolva, recuperándose en todas las ocasiones el billete utilizado.

INVESTIGACIÓN

La Guardia Civil ya había detectado un hecho similar en la zona de San Vicente de la Barquera, por lo que se cruzaron los datos con el ocurrido en Renedo de Piélagos y se pudo averiguar la identidad de uno de los presuntos autores, aunque se sabía que había actuado con otra persona.

El pasado miércoles se consiguió la identificación e imputación de la otra persona que estuvo en el bar y un tercero que podría dedicarse a labores de vigilancia desde el exterior del establecimiento para alertar de la posible presencia policial.

Según la Guardia Civil, se ha tenido constancia de otros hechos similares en las zonas de San Vicente de la Barquera y Camargo, por lo que se alerta a los hosteleros de la región para que desconfíen de personas que pudieran estar manipulando las máquinas recreativas con el establecimiento abierto al público.

Los responsables de estos hechos suelen actuar en pareja, para de esta forma ocultarse el uno con el otro y vigilar, aprovechando normalmente momentos en que en el establecimiento haya aglomeración de clientes, para así no ser controlados con facilidad.

De igual forma, no se descarta que previamente hubieran visitado el establecimiento para comprobar las medidas de seguridad del local y de las máquinas.

La Guardia Civil aconseja que ante actitudes sospechosas, tanto de vigilancia como de utilización de las máquinas, además de dar aviso a las fuerzas de seguridad, se memoricen la mayor cantidad de datos de los sospechosos para facilitar su localización.

Los Greim de la Guardia Civil rescatan a dos montañeros 11 de Marzo de 2011.- Efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil de Potes, rescataron en el día de ayer a dos montañeros vecinos de Santander que se encontraban con dificultades. Los componentes del GREIM iniciaron el rescata sobre las 13.20 horas de ayer cuando fueron alertados de que en la denominada Vía Ferrata, sita en el término municipal de Peñarrubia, había dos montañeros enriscados que no podían continuar. Sobre las 14.00 horas los componentes del GREIM llegan hasta estas dos personas procediendo al rescate y traslado hasta la localidad de la Hermida. Los rescatados son dos hombres, de 26 y 28 años respectivamente, vecinos de Santander, encontrándose en perfecto estado de salud.

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