Las secciones sindicales de CCOO, CSIF, SPPME, STEI, UGT y USO en el Ayuntamiento de Palma, que representan a la totalidad de representación sindical en esta administración, han denunciado la "caótica" situación en que se encuentra la Policía Local, "indefensa" ante cómo "los actuales gestores políticos y mandos policiales están hundiendo su prestigio e imagen".

En un comunicado, estas entidades lamentan además que hayan "conseguido que el colectivo esté no solamente desmotivado sino también indignado y defraudado, con el consiguiente deterioro del servicio policial que prestamos a los ciudadanos".

Unas afirmaciones que basan, entre otros aspectos, en que el equipo de gobierno lleva cerca de cuatro años con la responsabilidad de "gestionar una situación delicada y complicada en la Policía Local, si bien la situación "no sólo no ha mejorado sino que ha empeorado significativamente". Así, a nivel interno el colectivo "viene sufriendo todo tipo de arbitrariedades y presiones injustas, que cuando no rozan lo ilegal, o abiertamente lo sobrepasan, solo explicable por desidia o incompetencia".

Entre estas medidas se encuentran, a modo de ejemplo, los cambios y designación "a dedo de los destinos, en particular de todos los mandos, y en general de todos aquellos puestos de trabajo que consideran necesario, sin explicaciones y sin mayores justificaciones"; la regulacion de la segunda actividad "desnaturalizándola y que pretenden además renegociar a la baja, disminuyendo derechos ya adquiridos", y el "desinteres incomprensible tener un Reglamento de la Policia, que por Ley debiéramos tener ya en vigor hace dos años, siendo la herramienta idónea para regular derechos y deberes de los policías".

"los policías son usados como armas arrojadizas"

Asimismo, lamentan el establecimiento de unos servicios mínimos "a la carta, perjudicando a unos sobre otros, según el destino". "Hace ya dos años que se empezó a negociar, pero la actitud de la Jefatura es de ningunear la negociación con propuestas absurdas e imposibles". Además, aseveran que la junta de mandos "funciona como reinos de taifas, donde impera el caos y las luchas internas, cuando no enfrentamientos que trascienden al servicio ordinario, afectando a los policías que son usados como armas arrojadizas".

Finalmente, los sindicatos critican las actitudes "cerriles y absurdas" de la Jefatura, "que no dejan mas camino que la judicialización de muchas cuestiones, provocando la interposición de múltiples contenciosos administrativos por los sindicatos o policías, y perjudicando innecesariamente al poder judicial por negarse a rectificar ordenes claramente ilegales".