El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, ha manifestado este jueves su preocupación por la situación de las empresas que pertenecen a Nueva Rumasa, al tiempo que ha aclarado que las empresas del grupo no han recibido dinero de la administración regional

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el portavoz de la Junta ha incidido en la "preocupación máxima" del Ejecutivo desde el primer día, y ha explicado que las empresas de Nueva Rumasa sí habían accedido a alguna línea de ayudas de la Junta pero que no llegaron a cobrarlas.

"Ninguna empresa ha recibido dinero de la Junta", ha reiterado.

Asimismo, la Federación Agroalimentaria de UGT se reunirá hoy jueves con representantes de la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León para analizar la situación de Nueva Rumasa y trasladar a la Administración la inquietud de los trabajadores del grupo empresarial.

Al encuentro acudirán el secretario general de la Federación, Eleuterio Sancho Bahillo; el secretario de Acción Sindical, Carlos Calleja González, y el de Organización, Juan José Rubio Alonso, quienes se reunirán con el director general de Industrialización y Modernización Agraria de la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León, Jorge Morro Villacián.

Los representantes sindicales, además de trasladar la "lógica inquietud" de los trabajadores de las empresas pertenecientes al grupo Nueva Rumasa ante un "futuro incierto", analizarán con los representantes de la Administración regional cuál es la situación actual en la que se encuentra el grupo empresarial, poniendo de manifiesto la crisis financiera por la que está atravesando en su conjunto, al no lograr refinanciar una deuda cifrada en 700 millones de euros, informaron a Europa Press fuentes de UGT.

Al mismo tiempo se intentarán encontrar y aplicar soluciones de futuro ya que si bien no todas las empresas del grupo arrastran los mismos problemas, "de persistir esta situación en el tiempo el contagio será inevitable", algo que el sindicato cree que no se "puede ni debe" consentir.