Los acusados del triple crimen del Dueso ofrecen versiones contradictorias entre sí

La investigación apunta a que los fallecidos y los acusados habían concertado una cita

Los dos acusados del triple asesinato en el que murieron el conocido delincuente habitual 'Tomasín' y otras dos personas en las inmediaciones del centro penitenciario de El Dueso, cuando 'Tomasín' regresaba de un permiso penitenciario, han ofrecido este lunes versiones contradictorias entre sí al declarar ante la Audiencia Provincial de Cantabria.

Así, J.C.C.P. —al que el fiscal considera autor material de los disparos— asegura que ese día durmió en Torrelavega y no despertó hasta bien entrado el día siguiente. En cambio, el otro procesado, F.E.E. —acusado de esperarle en el coche para huir—, sostiene que acompañó a J.C.C.P. a Cicero y en un momento dado éste cogió su automóvil y se marchó.

Según F.E.E., cuando su compañero regresó le contó que se había producido un "problema" cerca de El Dueso, incidente que se había saldado con tres muertos, pero no ha precisado si le llegó a reconocer ni si J.C.C.P. era su autor. Este acusado, además, ha incidido en al inicio de la causa había más personas implicadas —hubo un tercer detenido, de la familia Larralde—, y ha apuntado que existe "miedo" y "temor" a hablar.

Los dos acusados han prestado declaración este lunes en la primera sesión del juicio ante la Audiencia Provincial de Cantabria, donde el Tribunal del Jurado determinará sobre su culpabilidad o inocencia. Será luego la Sección Primera la que concrete las penas. La petición del Ministerio Fiscal es de 54 y 51 años de prisión, respectivamente.

Versiones contradictorias

Las versiones de los dos acusados sobre lo sucedido tanto el día de los hechos, el 19 de octubre del año pasado, como los anteriores y siguientes difieren entre sí. Ambos sólo han coincidido en negar su presencia en las inmediaciones de El Dueso, donde se produjo el tiroteo.

Así, por un lado, J.C.C.P. ha alegado ante el Jurado que el día de los hechos, un lunes, estaba "durmiendo" en casa de un amigo en Cartes, después de, como casi a diario, haber salido la noche anterior hasta altas horas de la madrugada.

Este acusado ha negado haber estado en Santoña el 19 de octubre, y ha admitido que conocía a uno de los fallecidos, I.C.L., por que era quien le suministraba cocaína, de la que era consumidor a diario, y a quien se había encontrado la noche anterior en un local de Santander.

Este procesado ha admitido que tenía un arma que solía disparar en ocasiones, en la zona de Cueto, pero ha precisado que él disparo que mató a los ocupantes de la furgoneta se hizo por la izquierda, y el es diestro, aunque le cuesta manejar esa mano para disparar por una lesión.

Frente a esta versión, el otro acusado, F.E.E., sostiene que él simplemente era el titular del vehículo —un AUDI rojo—, desde el que se produjeron los disparos, aunque no era su usuario habitual.

Sí lo llevaba ese día, en el que, ha relatado, coincidió con su compañero de banquillo en un club de alterne, donde estaban también varios miembros de la familia Larralde que eran conocidos comunes de ambos. Los dos estuvieron juntos hasta "altas horas de la madrugada", y de hecho, se fueron, sin dormir, hasta la localidad de Cicero.

Este trayecto lo hicieron en el coche de F.E.E., conduciendo él. F.E.E. se quedó en un concesionario haciendo unos trámites, y J.C.C.P. —que carecía de carné de conducir— le pidió el vehículo para ir a ver a un amigo con el que habían quedado, y al que luego identificó como uno de los fallecidos, el que le suministraba droga.

Pasaron unas horas y J.C.C.P., según la versión de F.E.E., regresó, "nervioso", informando de que se había producido un "problema" que se había saldado con tres fallecidos en las inmediaciones del penal de El Dueso de Santoña.

No obstante, este acusado rechaza señalar a J.C.C.P. como responsable del suceso, argumentado que este no se lo dijo y que él no sabe nada porque no estuvo ahí. Este procesado ha insistido en el "miedo" que él tuvo en ese momento, y también en que él mismo "no iba a enfrentarse con nadie" porque tiene familia, un "terror" que padece "todo el mundo" y que hace que "nadie hable" sobre lo sucedido, pese a que han quedado personas "fuera de la causa".

"Cuando se juega con fuego, uno se quema, y a mí no me gusta jugar con fuego", ha apuntado F.E.E., quien no quiere "saber nada de esto" y ha revelado que ha sufrido "amenazas" desde que empezó todo el proceso. "Si han fallecido tres personas no voy a ser yo el cuarto ni mi hijo el quinto", ha expresado, añadiendo que teme que "le pase algo algún día".

¿

Se concertó una cita?

La recopilación de testimonios iniciada tras los hechos por la Guardia Civil llevó a considerar como una línea de investigación que, dado lo "desconfiado" que era el conductor de la furgoneta en la que viajaban los tres fallecidos, sólo habría abierto la ventanilla a alguien conocido, y, como la furgoneta se encontraba estacionada cuando llegó el Audi rojo, se apunta la posibilidad de que se concertaran una cita.

Las cámaras de seguridad de El Dueso reflejan en una grabación cómo la furgoneta en la que 'Tomasín' y sus dos acompañantes —el que suministraba droga a uno de los acusados, y su compañera sentimental— se detuvo en la carretera, momento en que llegó, a gran velocidad, el vehículo en que presuntamente circulaban los dos acusados, conducido por F.E.E. y del que se bajó J.C.C.P.

Este, como recogen grabaciones y como presenció un testigo protegido —testimonio considerado "fundamental" por la Fiscalía y que ha declarado a puerta cerrada—, se acercó a la furgoneta, habló desde la ventanilla unos momentos y luego introdujo un arma con la que disparó a los tres ocupantes de este vehículo.

Inmediatamente después, el Audi rojo se marchó a gran velocidad, y paró en una gasolinera, donde una nueva grabación y fotografías vieron como hicieron un rápido repostaje, sin esperar a recoger las vueltas, marchándose prácticamente en el acto, pues el coche esperaba en marcha. F.E.E, cuyo rostro se identifica en estas imágenes, achacó previamente esta situación a los "nervios" por saber lo que había pasado en El Dueso.

Sin embargo, hay rastros de quien supuestamente cometió el disparo en el vehículo de los fallecidos, en concreto, huellas dactilares y restos de ADN de J.C.C.P., en cuya ropa se encontraron además restos de detonaciones. La defensa arguye que pese a existir estas huellas, también las hay de una tercera persona, no identificada, y que pudo ser la autora del triple crimen.

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