El consejero de Fomento, Antonio Silván, ha recordado que la prioridad de la Junta de Castilla y León este fin de semana ha sido garantizar la seguridad y la normalidad en las carreteras autonómicas, a diferencia del Gobierno de la nación al que ha acusado de estar poniendo pegatinas mientras se colapsaba la A-6.

En declaraciones a la agencia Europa Press, el consejero de Fomento ha explicado que la Junta de Castilla y León ha procedido a la sustitución de las señales de velocidad máxima a 120 kilómetros/hora por las de 110 una vez ha entrado en vigor el Real Decreto del Gobierno y ha insistido en que esta misma mañana se han cambiado todos los indicadores de la Toreno-Cubillos del Sil y de la Palencia-Magaz mientras que se están sustituyendo los de la León-Burgos y la Valladolid-Segovia.

Dicho esto, el consejero ha insistido en comparar esta forma de actuar con la de "otros" a los que ha acusado de no haber garantizado la vialidad invernal y la circulación durante este fin de semana "al estar cambiando las pegatinas de algo que aún no había entrado en vigor". "En Castilla y León nosotros teníamos una prioridad y era que los ciudadanos circularan con normalidad y seguridad", ha sentenciado.

Frente al "plan de las pegatinas" del Gobierno de la nación, Antonio Silván ha abogado por un plan energético "serio y riguroso" para España que garantice el suministro de energía, con especial atención al mantenimiento de la central nuclear de Santa María de Garoña de la que dependen 1.000 familias, según ha recordado.