Enresa dota a El Cabril de una nueva sala de control, adaptada a las últimas tecnologías

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que gestiona en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba) el almacén centralizado de El Cabril, ha dotado al mismo de una nueva sala de control, adaptada a las últimas tecnologías y desde la que se supervisan los procesos de acondicionamiento y almacenamiento de los residuos de forma robotizada.
Nueva sala de control de El Cabril, en Hornachuelos (Córdoba)
Nueva sala de control de El Cabril, en Hornachuelos (Córdoba)
EUROPA PRESS/ENRESA
Nueva sala de control de El Cabril, en Hornachuelos (Córdoba)

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), que gestiona en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba) el almacén centralizado de El Cabril, ha dotado al mismo de una nueva sala de control, adaptada a las últimas tecnologías y desde la que se supervisan los procesos de acondicionamiento y almacenamiento de los residuos de forma robotizada.

La nueva sala de control, que ha sido presentada este jueves a los medios de comunicación, empezó a funcionar en octubre de 2010 y en la actualidad ya se encuentra totalmente operativa, tras una profunda remodelación tecnológica que duró dos años. Los equipos de control remoto de la sala, que eran punteros cuando se inauguró el almacén centralizado, se han adaptado a las nuevas tecnologías del siglo XXI.

Así, en la actual sala de control, sus ocho puestos son multidisciplinares, es decir, desde cada uno de ellos se puede acceder a todos los sistemas remotos de tratamiento y acondicionamiento de residuos. Esta circunstancia mejora la efectividad de la sala, además de su seguridad, ya que todos los puestos ejercen de supervisor de los demás.

Otra de las mejoras presentadas este jueves es la propia visualización de los procesos, con cámaras en color de alta definición, que permiten seguir, 'in situ' y con gran precisión, todos los procesos. Una gran pantalla (un video-wall de tres por tres metros) preside la nueva sala y proporciona un mejor seguimiento de todos los sistemas de control del centro, además de permitir un visionado simultáneo a gran tamaño de varios procesos a la vez.

Pero, además de 'software', 'hardware', fibra óptica y redes IP, la nueva sala de control incorpora un espacio específico para las visitas. Un vidrio laminado que cambia su estado de opaco a traslúcido, que separa los puestos de control de un espacio propio para los visitantes y que posibilita conocer la nueva sala sin interferir en el trabajo de los operarios.

Datos de 2010

Antes de visitar la nueva sala de control, la directora de El Cabril, Eva Noguero, ha expuesto los datos operativos del almacén en 2010, detallando que El Cabril recibió 1.721,25 metros cúbicos de residuos en 2010: 746,59 metros cúbicos de residuos de baja y media actividad y 974,66 metros cúbicos de muy baja actividad.

Con estas cantidades la capacidad de El Cabril se encuentra al 63,68 por ciento, para residuos radiactivos de baja y media actividad, y al 5,42 por ciento de la primera estructura para almacenar residuos de muy baja actividad.

Durante 2010 se recibieron en la instalación cordobesa 218 expediciones de residuos radiactivos, que llevaron al centro 1.653,78 metros cúbicos de residuos radiactivos procedentes de instalaciones nucleares, y 67,47 metros cúbicos procedentes de instalaciones radiactivas.

Actualmente, el almacenamiento de residuos de baja y media actividad se realiza en la plataforma Sur de El Cabril. En total, de las 28 estructuras disponibles hay 17 estructuras llenas, con 27.302 metros cúbicos de estos materiales, por lo que su capacidad está al 63,68 por ciento.

En cuanto a residuos de muy baja actividad, se ha empezado ya a trabajar en una nueva línea de la primera estructura específica para estos 2.088 metros cúbicos, por lo que está al 5,42 por ciento de su capacidad. Además de esta primera estructura, hay otras tres más proyectadas, para gestionar residuos de muy baja actividad, que se irán construyendo a medida que sean necesarias en la instalación, cuya plantilla llegó en 2010 a los 124 empleados, un 81,21 por ciento de la provincia de Córdoba y un 18,79 por ciento de otras provincias.

Auditorías y controles

Durante el pasado año, El Cabril recibió once inspecciones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), una auditoría externa de Aenor y otra auditoría realizada de forma conjunta por Euratom y el Organismo Internacional de la Energía Atómica. Además, la supervisión y control del centro se completó con ocho auditorías externas y 426 inspecciones de garantía de calidad.

Dentro del programa de vigilancia radiológica ambiental, en 2010 se tomaron 828 muestras de aire, agua, sedimentos, radiación directa, suelo, vegetación, pesca, caza y alimentos. Estas muestras fueron enviadas a analizar a laboratorios independientes y sus resultados enviados al CSN. Todos estos análisis constatan el nulo impacto de la en el entorno de esta instalación, que en 2010 fue visitada por 5.523 personas, en 186 grupos.

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