CTA identifica e impulsa 131 patentes sin explotar para su posible lanzamiento comercial

Moya-Angeler ve un "problema profundo" entre Universidad y empresa e insta a favorecer la transferencia de resultados
Moya-Angeler presenta el balance de CTA
Moya-Angeler presenta el balance de CTA
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Moya-Angeler presenta el balance de CTA

El presidente de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), Joaquín Moya-Angeler, ha avanzado que ya se han identificado 131 patentes de Universidades andaluzas y centros públicos de investigación, que no estaban siendo explotadas, para su lanzamiento comercial, dentro del proyecto 'PatenCTA', elaborado en colaboración con Clarke, Modet & Co-España, la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y la Red OTRI de Andalucía.

Moya-Angeler ha explicado que se está valorando la comercialización de esta cartera de 131 patentes, que hacen referencia a diversos sectores, entre los que se encuentra la biotecnología, salud, energía o medio ambiente. De éstas, se han seleccionado un total de 20 patentes con mayor interés en función de áreas de actividad y se justificó su potencial comercial para presentarlas en mesas de trabajo a grupos de empresas miembros de la fundación que, por su perfil, podrían estar interesadas en explotarlas.

En este sentido, Moya-Angeler avanza que ya se ha presentado un proyecto de I+D+I y se encuentran en negociación ocho acuerdos de colaboración Universidad-Empresa para la explotación de patentes. "Hay un problema profundo entre la Universidad y la empresa y hay que explotar lo que existe", afirma.

Así, recalca que el "mayor desafío" se encuentra en la transferencia de tecnología de la Universidad a la empresa y deja claro que "la docencia no es la única pata de la Universidad". "La Universidad no tiene actitud de acercamiento a la demanda y no vende sus conocimientos", añade el directivo, que señala que este conocimiento es "bueno y barato" y que las Otris "deben tener capacidad para comercializarlo".

"No se trata de mercantilizar la Universidad, sino de que se favorezca la transferencia a las empresas y la sociedad, que se entienda quienes son los compradores y la demanda. Hay que hacer un esfuerzo también para acercar la amplia demanda existente que tampoco se acerca a la Universidad porque no sabe que existe ese conocimiento", agrega.

En cuanto al sector privado, lamenta que en inversiones en I+D en Andalucía tenga un peso de un tercio, frente a dos tercios del sector público, "lo contrario de los objetivos marcados por Europa". Así, aunque reconoce que la empresa "ha dado un tirón, sigue estando detrás, a pesar de que es el tejido empresarial el que tiene que tirar del carro ante una estructura pública potente, que ya existe".

Inversión de 300

Millones y 2.000 EMPLEOS

En este contexto, avanza que CTA ha financiado más de 360 proyectos de I+D+I en sus cinco años de vida, con más de 96 millones en incentivos, que han movilizado una inversión privada de 307 millones de euros. Además, estos proyectos han contado con más de 1.000 investigadores de 250 grupos de investigación.

El directivo indica que para la financiación de proyectos se establecía que un mínimo del 15 por ciento fuera subcontratado con la Universidad, un porcentaje que las empresas han elevado hasta el 22 por ciento "al comprobar la eficacia de esta cooperación".

Recuerda que el 80 por ciento del valor añadido que se genera con estas iniciativas se queda en Andalucía y que cada euro invertido por CTA genera 1,28 euros en los primeros meses de desarrollo de los proyectos. "El esfuerzo y la valentía es algo necesario y el coste a largo plazo desaparece por la riqueza generada por los proyectos y los impuestos que se revierten en la Administración pública", sentencia Moya-Angeler, que apunta que los 80 primeros proyectos desarrollados por CTA han creado más de un centenar de puestos científico-técnicos y han procurado el mantenimiento de 800 empleos directos y más de 1.000 indirectos.

Además, menciona que en cuatro años el impacto de la aportación de la Administración ya está recuperado, teniendo en cuenta que en los primeros seis meses de desarrollo del proyecto se retorna a la Hacienda pública el 19,4 por ciento. AUTOFINANCIACIÓN

Asegura que la crisis "no está ayudando, pero tampoco está dañando la estructura, ya que se ha fortalecido en los últimos años. "Tenemos grandes y sólidas empresas que compiten en el mundo y que ha evitado que la situación caiga mucho, como hubiera ocurrido hace diez años", matiza.

Por otra parte, Moya-Angeler señala que la entidad baraja su "autofinanciación" a largo plazo y explica actualmente existen unos compromisos de aportación de 40 millones de euros en cuatro años por parte de la Junta y de otros 40 millones por parte de las empresas hasta 2020, fecha en la que se decidirá sobre el futuro de CTA.

Paralelamente, CTA no sólo está llevando a cabo los proyectos de cooperación entre Universidad y empresa, sino que también plantea áreas de investigación que pueden contar con posibilidades de cara al futuro, como puede ser la identificación del genoma del olivo, para contar con cultivos de secano más productivos, o el análisis comercial de las medusas, que apuntan hacia sectores alimentarios o de cosmética.

Buenas prácticas

Entre sus iniciativas también se encuentra el Proyecto Reúne, que pretende contribuir a mejorar la colaboración en I+D+I entre las Universidades públicas y el sector empresarial mediante la detección y análisis de las mejores prácticas en casos internacionales de éxito de este tipo de cooperación en el campo de la Universidad, el sector industrial y la innovación regional.

Así, se han analizado en profundidad 16 regiones de diferentes países que compartían aspectos similares a Andalucía y se han estudiado zonas como Karslruhe (Alemania), Nord-pas-de-Calais (Francia) y Südosterreich (Austria). Entre estos aspectos se encuentran que su entorno sea similar al andaluz, estar presente entre las 40 regiones catalogadas como más innovadoras de Europa o contar con las mayores tasas de crecimiento en indicadores de innovación de Europa.

De este modo, se recopilaron una serie de buenas prácticas de "probada eficiencia" para que las empresas andaluzas puedan utilizarlas en su relación con la Universidad y en el fomento de su capacidad de innovación. Entre estas propuestas se encuentra la apuesta por la cooperación o una forma "más abierta" de gestionar la propiedad intelectual, además de la orientación progresiva hacia Europa o la mayor participación del sector privado.

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