La Guardia Civil llegó a coincidir con los falsos agentes en operaciones contra el narcotráfico

Los miembros de la banda que robaban a narcotraficantes haciéndose pasar por agentes de la autoridad, llegaron a coincidir con verdaderos agentes de la Guardia Civil y de Aduanas en alguna operación que pretendía interceptar la entrega de un alijo, según ha explicado el teniente coronel jefe de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, Ezequiel Romero.

En un encuentro informativo para exponer los efectos intervenidos en la operación 'Ruvaro', el jefe de Operaciones ha detallado que los integrantes del grupo "siempre se hacían pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad", —Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local— y para ello utilizaban distintivos policiales y armas de fuego.

Los ahora detenidos tenían una estructura y una organización interna "totalmente similar a la de la Guardia Civil", hasta el punto de que "entre ellos se llamaban mi capitán, mi teniente e incluso se saludaban igual", aunque, según ha indicado el teniente coronel no existe constancia de que tengan antecedentes militares.

Así, llevaban a cabo investigaciones sobre las bandas de traficantes a las que iban a robar, y "cuando se enteraban de que se iba a producir una entrega, los miembros de la banda intervenían y les robaban la mercancía y el dinero".

Esta forma policial de actuar motivó que, en alguna operación, los propios efectivos de la Comandancia de Alicante que acudieron a interceptar la entrega de un alijo junto a agentes de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA), coincidieran con los ahora detenidos y con los narcotraficantes.

"En alguna operación, se ha llegado a estar: los que intentaban introducir el alijo, ellos —en alusión a los miembros de la banda—, fuerzas territoriales nuestras, el DAVA y los que llevaban la investigación nuestra", ha detallado el teniente coronel, quien ha destacado que ante esta situación, la Guardia Civil "abortó la operación".

El grupo desarticulado en el marco de la operación denominada 'Ruvaro', dirigida por la Guardia Civil en Alicante, está considerado como uno de los grupos delictivos más violentos que venían actuando en el litoral mediterráneo.

Los detenidos tienen edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, y ocho de ellos son de nacionalidad española, dos argelinos y un marroquí. Hacían uso de una gran violencia en sus actuaciones, recurrían a medios técnicos y organizativos avanzados para el seguimiento de sus objetivos, así como personas infiltradas en la ejecución de los alijos de los que luego se apropiaban.

Sus blancos eran los alijos ya desembarcados o los robos con violencia e intimidación a otras personas relacionadas con el tráfico de drogas y que contaban con grandes cantidades de dinero en efectivo.

Las pesquisas policiales han permitido conocer también que utilizaban las armas de fuego y demás elementos de dotación policial como chalecos antibala, chalecos reflectantes y grilletes para asegurar el éxito de sus acciones delictivas y garantizar también su propia integridad.

Además, en su actividad, no dudaban en cometer otros delitos conexos, como detenciones ilegales y lesiones para conseguir sus fines.

El uso habitual de vehículos sustraídos con las placas de matrícula dobladas provocó que, en el mes de noviembre de 2010, con motivo de la retirada por la grúa municipal del Ayuntamiento de Alicante de uno de los vehículos que tenía ya instalado el dispositivo de seguimiento GPS, un miembro del grupo se introdujera en el depósito municipal de vehículos y se llevara el coche rompiendo la barrera de acceso.

Además de las actuaciones relatadas, varios actos de este grupo se han visto frustrado debido a la presión policial ejercida en los últimos meses sobre él.

Las investigaciones han sido "complejas", entre otros motivos por las extremas medidas de seguridad que la organización adoptaba, ya que cambiaba continuamente de vehículos, domicilios y puntos de reunión.

La operación continúa abierta y no se descartan nuevos arrestos, mientras que los ya detenidos han pasado a disposición judicial, según han confirmado las mismas fuentes.

Desarrollo de la operación

La operación se inició a principios del mes de marzo de 2010, cuando la Guardia Civil, a través de diferentes investigaciones relacionadas con el tráfico de drogas, pudo constatar la existencia de una organización, posiblemente afincada en Alicante, cuyas actividades se centraban en la comisión de robos con violencia e intimidación para apropiarse de diferentes cantidades de drogas —principalmente hachís— o del dinero procedente del tráfico de estas sustancias.

La "amplia" investigación llevada a cabo ha incluido el análisis de fuentes documentales, el control de actividades de la organización, —con seguimientos y apostaderos—, así como también intervenciones telefónicas y control de puntos estratégicos sobre vías de comunicación y línea costera.

En abril de 2010, los investigadores llevaron a cabo la primera actuación en la localidad murciana de Lorca, en la se recuperó una furgoneta sustraída con 6 kilos hachís; a esta actuación siguieron otras con diversas intervenciones de hachís en Almería, Santa Pola (Alicante), Tarifa y Algeciras (Cádiz).

Además, la Guardia Civil también ha constatado la comisión de siete robos con violencia e intimidación para sustraer dinero en efectivo —más de 300.000 euros—, procedentes de otras organizaciones relacionadas con el tráfico de drogas en Catral y Jávea (Alicante), Viso del Alcor (Sevilla) y Mazarrón (Murcia).

En febrero de 2011, se procedió a la fase de explotación de la operación Ruvaro, que culminó con la detención entre los días 23 y 24 de un total de 11 personas, ocho de nacionalidad española, dos argelinos y un marroquí, en las localidades de Alicante, Elche, Orihuela, Lorca (Murcia) y Fuente la Higuera (Valencia).

También se pudo interceptar en Castellón un vehículo que transportaba 158 kilos de hachís, que la organización presuntamente se había apropiado de un cargamento oculto en un camión trailer que había salido de Tarrasa (Barcelona) y cuyo destino final hubiera sido Milán.

En la fase de explotación de la operación además se practicaron ocho registros domiciliarios en las localidades de Alicante, Elche, Orihuela y Albatera, en los que se intervinieron los siguientes efectos: ocho armas de fuego; munición; cinco chalecos antibala; cinco detonadores; inhibidores de frecuencia; dispositivos GPS; prioritarios; grilletes y placas de uso policial, y 17.500 euros en efectivo.

El total de efectos decomisados en actuaciones vinculadas con este grupo es de: 8.227 kilos de hachís; seis vehículos de alta gama propiedad de los miembros de la organización; un camión trailer; una embarcación semirrígida, así como cinco vehículos que habían sido sustraídos y que han sido recuperados para ser devueltos a sus legítimos propietarios.

Los arrestados se les imputa la presunta comisión de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, munición y explosivos, participación con organización criminal y falsificación de placas de matrícula.

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