El Ayuntamiento de Logroño ha informado este miércoles que las obras del 'Centro de la Cultura del Rioja' (CCR) avanzan según los plazos previstos, ya que hace tan sólo unos días, los técnicos que desarrollan el proyecto realizaron "con éxito" las pruebas de iluminación de la fachada principal de la instalación.

El CCR se sitúa en una parcela de 4.000 metros cuadrados, limitada entre las calles Ruavieja, Mercaderes y Marqués de San Nicolás, así como por las traseras del edificio del Casino, "es decir en el corazón del Casco Antiguo y en el centro de la ciudad", según ha afirmado el concejal de Casco Antiguo, Angel Varea.

"De esta manera y aprovechando su centralidad -ha añadido-, el Centro será en breve un referente internacional en materia vitivinícola; un elemento turístico diferenciador respecto a otras regiones y ciudades y el impulso definitivo a la recuperación del Casco Antiguo, ya que genera actividad económica, empleo, rehabilitación arquitectónica y urbanística, actividad cultural y revitalización comercial y social".

El botellero que comparte la fachada principal del CCR tiene un carácter de símbolo, ya que actúa de elemento de identidad del edificio y de sus contenidos relacionados con la cultural del vino y, especialmente, del 'Rioja'.

El cuerpo del botellero recorre la fachada desde el Palacio de los Yanguas, en la calle Mercaderes, hasta la mitad de la fachada de la calle Marqués de San Nicolás, aproximadamente. De cara al exterio, el botellero ofrece una imagen ligera, capaz de contagiar luminosidad a las calles de su entorno, participando así de la revitalización del Casco Antiguo.

El CCR conjuga a la perfección tradición y modernidad, conservación del patrimonio y arquitectura contemporánea, elementos que están representados en la rehabilitación del Palacio de los Yanguas o Casa de la Virgen y en el propio botellero.