Guardia Urbana y efectivos de inspección del distrito de Ciutat Vella de Barcelona han precintado administrativamente una veintena de almacenes situados en el número 55 de la calle de la Cera, en el corazón del barrio del Raval.

Ninguno de los espacios clausurados contaba con cédula de habitabilidad pues estaban calificados como locales comerciales, según el Ayuntamiento de Barcelona. Pero el propietario los estaba alquilando ilegalmente como viviendas y se estaban utilizando en el momento del precinto, este lunes. Las condiciones de salubridad de los almacenes eran igualmente muy deficientes. La operación se desarrolló alrededor delas 13.15 horas sin que se produjeran incidentes.

13 inquilinos desalojados

Fueron desalojadas un total de 13 personas que se hallaban en los locales en el momento de cerrarlos. Entre ellas se encontraban tres menores de edad que han sido enviados a un centro dependiente de la Generalitat de Catalunya.

Al resto de los desalojados se les ha ofrecido la atención del Servei d’Emergències Socials del Ajuntament. Finalmente, se han acogido cinco personas, que fueron realojadas. El inmueble precintado fue objeto de numerosas intervenciones de la Guardia Urbana en 2010. La policía tenía constancia de que se llevaban a cabo en su interior diversas actividades ilegales y delictivas.

En total, los agentes realizaron una quincena de inspecciones, así como medio centenar de intervenciones relacionadas con la seguridad ciudadana. Como consecuencia de estas actuaciones se han interpuesto 168 denuncias por infracciones de ordenanzas municipales.

En pocos metros, sin cocina ni lavabo

La empresa inmobiliaria que ocupa los bajos de la finca precintada explicó este lunes que los estudios desocupados "medían 20 metros cuadrados" y que no contaban con cocina ni lavabo. En ellos vivían jóvenes y familias. La propietaria del edificio es una empresa registrada y, según se informó, estos almacenes eran una de las zonas más conflictivas de Ciutat Vella (era conocido como uno de los puntos de venta de droga del barrio). Durante los tres días de inspección del bloque por parte de la Guàrdia Urbana se produjeron una violación y un incendio.