Uno de cada cuatro madrileños (1,5 millones) tiene algún tipo de alergia, según estimaciones de la Sociedad regional de Alergología.

Un ejército de pacientes que, sin embargo, cuenta con pocos especialistas para atenderlos: 86 entre todos los hospitales públicos, según datos de esta organización profesional.

Esta cifra está lejos de los 120 que harían falta para cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): un alergólogo por cada 50.000 habitantes. Actualmente, teniendo en cuenta sólo a los del sistema público, el ratio en Madrid es de uno por cada 69.000 personas.

La mayoría, al polen

Del total de alérgicos de la región, aproximadamente el 80% lo son al polen. Y, para este millón largo de personas, la época más dura del año no ha hecho más que empezar.

Aunque el periodo de polinización de las cupresáceas (cipreses y arizónicas) ya ha finalizado, lo peor para este colectivo todavía está por venir: los plátanos de sombra (los árboles más abundantes de la capital) polinizarán entre marzo y mediados de abril. Luego, de abril a junio, le tocará a las gramíneas.

La coordinadora de la Red de Medición de Polen de la Comunidad, Patricia Cervigón, explicó que es imposible predecir si esta primavera traerá o no mucho polen.

Probablemente no será especialmente aguda, porque este otoño ha llovido menos que otros y el suelo no está muy cargado de semillas», dijo. Pero todo dependerá del tiempo que haga: cuanto más cálido y seco, más alergias.

Consejos

En primera persona

José Molina. 24 años

"Soy alérgico al polen, al polvo y al pelo de los animales. Pero el polen es lo que me da más guerra. Me afecta tanto, que a veces he tenido que coger la baja, porque trabajaba con camiones y me resultaba imposible conducir".

"Este año he empezado con los síntomas hace dos semanas y seguiré así, con una especie de constipado continuo, hasta finales de junio. No voy al alergólogo: me automedico siguiendo el consejo de médicos alérgicos que conozco".

"Encima, vivo en el campo, entre olivos. Pero el campo me encanta: prefiero pasarlo mal allí que menos mal en la ciudad".

Lucía C. 15 años

"He probado muchos medicamentos. Pastillas, gotas para los ojos, inha-lador... Son un inconveniente, porque las medicinas me dan sueño".

"Estuve tres años seguidos vacunándome en invierno, pero no me sirvió de nada y el alergólogo me ha dicho que lo deje. De hecho, la alergia que tengo se me duplica cada año; es por vivir en la ciudad, por la contaminación".

"Le tengo alergia al polen, al polvo, al pelo de gato... Mi estación favorita es el invierno, porque no tengo síntomas y prefiero el frío al calor. Esta temporada empecé con las molestias hace menos de un mes, y sé que irán a más. Odio la primavera".