Emilio del Río participa en Calahorra en los actos organizados con motivo de la bendición de la Casa Santa

El consejero de Presidencia, Emilio del Río, ha asistido durante el mediodía de este domingo, día 27 de febrero, en la Catedral de Calahorra, a la misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, con la que han dado comienzo los actos programados con motivo de la inauguración y bendición del Centro de Interpretación de los Santos Mártires (Casa Santa) tras las obras de remodelación llevadas a cabo.
Emilio del Río asiste a los actos organizados con motivo de la bendición de la C
Emilio del Río asiste a los actos organizados con motivo de la bendición de la C
GOBIERNO DE LA RIOJA
Emilio del Río asiste a los actos organizados con motivo de la bendición de la C

El consejero de Presidencia, Emilio del Río, ha asistido durante el mediodía de este domingo, día 27 de febrero, en la Catedral de Calahorra, a la misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, con la que han dado comienzo los actos programados con motivo de la inauguración y bendición del Centro de Interpretación de los Santos Mártires (Casa Santa) tras las obras de remodelación llevadas a cabo.

Los actos han contado con la presencia del alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, que ha llegado acompañado por un grupo de vecinos de la capital cántabra respondiendo de esta forma a la invitación cursada por el alcalde de Calahorra, Javier Pagola, para celebrar una jornada de confraternización coincidiendo con la apertura del edificio en el que San Emeterio y San Celedonio -patrones de ambas localidades- fueron encarcelados y posteriormente decapitados.

San Emeterio y San Celedonio nacieron en León. Hijos del centurión y mártir Marcelo, estos hermanos formaron también parte de las legiones romanas hasta que se decretó la persecución de los cristianos. Decidieron entonces entregarse al procónsul de Calahorra declarando su fe y, aunque fueron encarcelados y torturados, nunca renunciaron a su religión, por lo que fueron condenados a morir decapitados a las orillas del río Arnedo el 13 de marzo del año 300.

Se cuenta que antes de morir, Emeterio lanzó al aire su anillo, y Celedonio su pañuelo, que ascendieron hacia el cielo a la vista de todos. La leyenda también dice que sus cabezas decapitadas llegaron hasta Santander a bordo de una nave de piedra, que atravesaron la roca conocida como la Horadada de los Mártires y encallaron en la costa.

Sus reliquias fueron custodiadas por los monjes de la ciudad, primero en una ermita junto al palacio del gobernador romano y luego en una abadía levantada por Alfonso II, rey de Asturias y León en el año 791. Actualmente reposan la catedral construida sobre la misma. Los Santos Mártires, como son conocidos, dieron nombre a la ciudad de la que son patronos (Portus Sancti Emeterii - Sant'Emter - Santander).

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