La Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) pondrá en escena desde hoy y hasta el domingo en el teatro Calderón de Valladolid 'El Alcalde de Zalamea', un texto "desnudo y auténtico" de contenido "maravilloso" de Calderón que, en la propuesta de la Compañía, se hace con todo el protagonismo junto al elenco actoral.

La ausencia de "muebles" en el escenario permite dotar de auténtico protagonismo al trabajo de los actores y al texto, que se transmite de la manera "más sencilla", según el director de la compañía, Eduardo Vasco, por lo "bien escrito" que está y las cosas "tan maravillosas" que dice. "Además lo merece".

De este modo, el público que acuda a alguna de las cuatro representaciones que la Compañía Nacional pondrá en escena en Valladolid podrá acercarse a un montaje "lo más directo y sencillo posible" aunque no "minimalista", según Vasco, quien en opinión de Joaquín Notario, que interpreta a Pedro Crespo, acertó con su apuesta por la "desnudez y autenticidad" ya que el público ha recibido "con emoción" esta propuesta escénica.

"Es importante traer la palabra de Calderón lo más cuidada posible al público", reconoció Vasco, quien más de diez años después de su primer contacto con el teatro Calderón de Valladolid, donde dirigió 'Don Juan Tenorio' —"haber hecho teatro en el Calderón y todo lo demás son dos cosas distintas (....); venir a Valladolid a hacer un clásico es como a Las Ventas para los toreros..."—, señaló que la compañía recupera la historia de Zalamea cada década.

"Es obligatorio", consideró el director de la CNTC, quien tras situar este texto a la altura de 'La Vida es Sueño', matizó no obstante que la historia ambientada en Extremadura supera al otro título de Calderón por su "conexión con lo castellano, lo popular" y "la sabiduría del hombre llano", extremo compartido por Notario, quien "emocionado" por los recuerdos de su debut en el teatro en el que actuará desde mañana, destacó el carácter "castellano" de su personaje pese a su origen extremeño.

Digno, responsable y trabajador, Pedro Crespo cuenta con la sabiduría del campo y Notario, su intérprete, con el trabajo realizado con elementos como la tierra y sus labores y, aunque sólo alcalde en la última parte de la función, su personaje sabe aprovechar bien su nueva condición para "hacer la justicia que cree conveniente" debido a la hondura de sus principios y su compromiso con ellos.

Notario no negó que en la actualidad haya regidores que pudieran aprender de esta forma de actuar, extremo compartido por el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, quien reconoció que de los alcaldes clásicos "deberían de aprender los de hoy" y que la defensa de los ciudadanos debería de estar en el "frontispicio" de la Alcaldía para concluir que son los partidos los que, en la actualidad, limitan algunas de las acciones de los ediles.

De vuelta a la trama, Crespo encuentra en su común "cabezonería" el nexo con don Lope de Figueroa, personaje empleado por Calderón en distintas obras aunque, por razones históricas, nunca podía estar donde el dramaturgo ficticiamente le ubicaba y que es interpretado por José Luis Santos.

El actor explicó, en este sentido, que su don Lope entiende pero no comparte las razones que mueven al futuro alcalde debido a sus creencias en la ley militar.

La lección que se desprende del texto —"ante el sentido común debería de doblegarse hasta la justicia"— llegará a los espectadores al son de la percusión y la viola de gamba de Eduardo Aguirre y Alba Fresno y tras un "viaje a las raíces" que otros países hicieron a mediados del pasado siglo y que, como más tarde ha ocurrido en el caso de España, perseguía ahondar en las razones y los contextos de las obras.