El director general de Vivienda del Principado, Manuel González Orviz, se ha reunido este miércoles con más de 30 propietarios de las 66 viviendas de Pumarabule, en Siero, que están afectadas por un problema en la cimentación del suelo en el que están construidas.

Manuel González Orviz ha asegurado a los vecinos que "desde la Consejería lo que queremos es encontrar una solución para este problema" y ha recordado que los actuales responsables de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda se reunieron por primera vez con los vecinos de Pumarabule en diciembre de 2009 y desde entonces "no hemos hecho más que cumplir los compromisos que adquirimos con los vecinos".

En esa Asamblea, en la que participó la propia Consejera de Bienestar Social y Vivienda, Noemí Martín, se plantearon a los vecinos dos alternativas, realizar un nuevo recalce de los edificios o la construcción de viviendas nuevas en otros terrenos que el Ayuntamiento de Siero se comprometió a ceder ese mismo día, según informa el Gobierno asturiano.

Por su parte, y previo acuerdo con los vecinos, la Consejería se comprometió "a encargar a una empresa independiente la tasación de las viviendas para conocer las indemnizaciones a las que tendrían derecho los afectados con el fin de calcular la repercusión económica de adquirir una vivienda nueva".

Así, este miércoles se recordó a los vecinos que el valor de esa tasación, realizada el año pasado, es de unos 30.000 euros por vivienda con la posibilidad de que aquellas personas que no estén de acuerdo pueden presentar alegaciones.

El director general también ha indicado a los vecinos de que la Consejería envió hasta tres cartas al Ayuntamiento de Siero, solicitándole que informase sobre la parcela que se estaba barajando comprar con el fin de poder realizar los estudio pertinentes que garanticen que esa parcela cumple los requisitos necesarios para edificar las nuevas viviendas y comenzar a trabajar en el proyecto básico de las viviendas.

Orviz ha asegurado que según los cálculos provisionales realizados, y a la espera de concretar el número de viviendas que habría que construir y las características de la parcela, una vivienda nueva del mismo tamaño que las actuales podría oscilar entre 61.000 y 73.000 euros. Los vecinos interesados en adquirir una de estas viviendas pagarían por la vivienda nueva la diferencia entre el precio y la indemnización que recibirán por la vivienda antigua.

Manuel González Orviz también ha señalado que se darán facilidades a los afectados que no puedan acceder a un crédito hipotecario por su situación actual, pudiendo acceder a la vivienda inicialmente en alquiler con derecho a compra.

Además, el director general de Vivienda se reunirá este jueves con un grupo de vecinos que actualmente vive en las viviendas pero que no son titulares de la propiedad con el fin de orientarles sobre los trámites a realizar para resolver su situación.