La Junta Directiva de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), ha reiterado su apoyo al mantenimiento de la actividad en la central de Santa María de Garoña (Burgos) tras la aprobación de la enmienda a la Ley de Economía Sostenible al considerar que hay "avales técnicos suficientes" para prolongar su actividad.

Cecale considera que la central de Garoña "proporciona la energía eléctrica que consume la Comunidad Autónoma" por lo que su clausura y desmantelamiento generará "un déficit energético" que deberá ser compensado con la compra a Francia de la electricidad, lo que genera una dependencia energética "que resta competitividad" a la región.

Por ello, desde la patronal se quiere recalcar que esa necesaria importación "incrementará la factura energética y encarecerá aún más el precio de la electricidad, con el consiguiente efecto negativo sobre los niveles de renta y sobre la competitividad de las empresas regionales".

Por otro lado, Cecale ha manifestado su preocupación por la repercusión social de Garoña, ya que el complejo genera más de trescientos puestos de trabajo directos y otros setecientos empleos indirectos en el Valle de Tobalina, y hasta el momento "no se han establecido alternativas" para esta zona.

Además, desde Cecale se llama la atención sobre el "agravio comparativo" que supondría el desmantelamiento de esta Central cuando se acaba de aprobar la prolongación de otras centrales.

Así, Cecale recuerda que ni en Garoña ni en el resto de las centrales cuya vida va a prolongarse "se ha realizado el compromiso anunciado años atrás de proceder a la sustitución gradual de la energía nuclear por energías seguras, limpias y menos costosas".