Otra familia iniciará trámites ante la sospecha del robo de su bebé en 1968 en el Manuel Lois

Los padres de un bebé de El Campillo (Huelva), que podría haber sido robado a los tres días de nacer el 3 de junio de 1968 en la antigua residencia Manuel Lois de Huelva porque "nunca vieron el cuerpo", iniciarán los trámites para aclarar este supuesto robo, el cual sería el tercer caso que sale a la luz en la provincia de Huelva, junto con la familia de Ayamonte y Bollullos Par del Condado.

Los padres de un bebé de El Campillo (Huelva), que podría haber sido robado a los tres días de nacer el 3 de junio de 1968 en la antigua residencia Manuel Lois de Huelva porque "nunca vieron el cuerpo", iniciarán los trámites para aclarar este supuesto robo, el cual sería el tercer caso que sale a la luz en la provincia de Huelva, junto con la familia de Ayamonte y Bollullos Par del Condado.

Esta familia, que ya es socia de Anadir y ya ha denunciado su caso a la Fiscalía General del Estado, traspasándolo ésta a la Fiscalía Provincial de Huelva, comenzará ahora con los trámites que están en su mano, es decir acudirá a los juzgados para comprobar la partida de defunción y al registro del cementerio de Huelva para ver si hay algún indicio del entierro de este bebé.

Según ha informado a Europa Press la hermana de este bebé, Marisol Martín, los hechos se remontan al 3 de junio de 1968, día en el que nace Manuel Ángel en el centro médico Manuel Lois, un bebé "rubio que pesó casi cinco kilos". Tras dos días dándole el pecho, se llevan al bebé para hacerle una prueba y cuando vuelve su madre se da cuenta de que "no es el mismo bebé porque éste era moreno y más delgado".

Ante esto, su madre, según ha explicado Marisol Martín, "pidió que le trajeran al bebé que ella había dado a luz y una monja le insistió en que ése era su niño". Al día siguiente, el médico le informó de que su bebé "estaba enfermo", pero su madre, que lo pudo ver a través de un cristal, insistió en que "no era ese el bebé que ella había dado a luz tres días antes".

Un día después, el médico le informa de que el bebé "había fallecido de leucemia porque de repente la sangre se le había hecho agua", y tras ello, nunca "pudieron ver el cadáver de ese niño, sino que vieron una sábana cosida en el momento en el que lo metieron en el ataúd".

Este ataúd fue enterrado en el cementerio de Huelva pero esta familia desconoce el sitio, ya que se enterró sin lápida, a lo que ha añadido Marisol Martín, a modo de anécdota, que un día llegó una carta a casa de su hermana, reclamando que Manuel Ángel, el supuesto bebé robado, tenía que hacer el servicio militar, algo que les causó "extrañeza, ya que es raro que se le reclame esto a alguien que supuestamente ha muerto".

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