La intérprete de música contemporánea Fátima Miranda ofrece este domingo en el Teatre El Musical de Valencia un recital de versiones de sus canciones favoritas bajo el paraguas del espectáculo 'perVERSIONES', en el que incorpora una sucesión de imágenes en blanco y negro a gran formato del Premio Nacional de Fotografía, Chema Madoz.

Fátima Miranda siempre ha compuesto y cantado su obra empleando insólitas técnicas vocales, inventadas o aprendidas de culturas tradicionales de Oriente y Occidente sobre un registro de cuatro octavas. Según ha informado la fundación VEO, "con su voz ha llegado tan lejos que lo extraordinario hoy es llegar tan cerca, cantando temas de toda la vida".

El Teatre el Musical acogerá el estreno en España de esta revisión de sus temas de siempre dentro de la programación del Festival València Escena Oberta.

Melodías medievales, lamentos, lieds, cantos de chamanes o ragas, se entrelazan con standards de jazz, copla española, canción pop, fado o chanson en el espectáculo 'perVERSIONES'. El concierto se estructura en ocho partes o atmósferas, cada una integrada por tres o cuatro canciones de autores como Lou Reed, Erik Satie, Antonio Carlos Jobim o Kurt Weill.

"No es un recital, un entertainment o un concierto de varietés, sino que hay una poética, lo que me interesa es lo no evidente", ha concretado la cantante. Así, entre las perversiones a las que ha sometido los temas, destaca la interpretación de Du bist die Ruh, de Franz Schubert, con los multifónicos y los agudos que la cantante emplea cuando imita el sonido de las ballenas o el canto de Après un rêve, de Gabriel Fauré, a través de un papel de seda.

La colaboración con Chema Madoz nace de la afinidad entre ambos artistas. Los dos son "inclasificables, ingeniosos e irónicos, amantes de lo sencillo y frágil llevado al límite del rigor, siempre al servicio de las ideas y del sentimiento poético", según la fundación. En las obras del Premio Nacional de Fotografía 2000 y de Fátima, lo cotidiano deviene en extraordinario, induciendo al espectador a una visión imaginativa y crítica de la realidad y a niveles de poesía y humor que abonan el terreno para la reflexión.

"He empleado una iconografía usual dentro de mi trabajo", ha adelantado Madoz. "Hay elementos que proceden de la naturaleza, como árboles, ramas y nubes, pero también un jarrón, conchas, escarabajos, mariposas y claves de sol. Música y fotografía no se supeditan la una a la otra, sino que conviven con mucha fluidez, manteniendo nuestras señas de identidad", ha asegurado el artista.