Vicente Martínez, un hombre de 38 años, vecino de la localidad valenciana de l'Eliana, descubrió hace un par de meses que sus padres lo habían comprado a un médico de un hospital de la ciudad nada más nacer, por una cantidad que oscilaba entre las 50.000 y 200.000 pesetas de entonces. Ahora espera que su caso sea uno de los diez supuestos de 'niños robados' que la Fiscalía de Valencia ha decidido investigar en esta provincia.

En declaraciones a Europa Press, Martínez ha relatado que hace aproximadamente un año comenzó a sospechar que podría ser adoptado al escuchar comentarios de unos vecinos. "Descubrí que en casa no había ninguna foto mía de recién nacido, ni imágenes de mi madre embarazada. Además físicamente no me parezco a mis padres", ha destacado, al tiempo que ha afirmado que a sus progenitores les dijeron que se trataba de un bebé que había sido abandonado.

Eso le llevó a preguntar a sus padres si lo habían adoptado. En un primer momento, según Martínez, le dijeron que no. Más tarde le admitieron que había sido comprado a un médico de un hospital de Valencia por una cantidad que oscilaba entre las 50.000 y las 200.000 pesetas de la época, es decir, el precio de una vivienda media, ha aclarado.

Al conocer esta información, Martínez empezó a investigar y documentarse y acabó poniéndose en contacto con la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), tras conocer por los medios de comunicación que otras personas nacidas antes de la década de los 80 podían estar en la misma situación. Vicente Martínez nació en 1972.

Partida de nacimiento "falsa"

Buscó documentación sobre el médico, ya fallecido, pero hasta 1988 no era obligatorio guardar todos los expedientes en el centro sanitario. Además, ha indicado que su partida de nacimiento era "falsa", ya que el nombre de sus padres adoptivos figura en el lugar de los biológicos.

El pasado mes de enero Martínez tramitó una denuncia junto a otros afectados, sin embargo, ha manifestado que no confía en que se "pueda llegar lejos en su caso" porque todos los implicados han fallecido. Aún así, ha asegurado que tiene "esperanza" porque Anadir ha comenzado a confeccionar un banco de ADN con todos los afectados —madres a las que les robaron el bebé y niños que sospechan que pudieron ser apartados de sus familias biológicas— para encontrar datos cruzados.