Un total de 16 empresas murcianas participan hasta el próximo miércoles en una misión comercial a Sudáfrica y Angola, organizada por la Cámara de Comercio de Murcia, según han informado fuentes empresariales en un comunicado.

La iniciativa se desarrolla en el marco del Plan de Promoción Exterior 2007-2013 de la Región de Murcia, gestionado conjuntamente con el Instituto de Fomento, y es una acción de interés general conforme al 21º Plan Cameral de Promoción de Exportaciones 2011.

De este modo, las empresas pertenecientes a los sectores de mueble, material de construcción (puertas, sanitarios, escayola, telas asfálticas), moda, productos químicos, productos de limpieza, alimentación (encurtidos, especies, aceite de oliva e industria cárnica), fruta y tecnología agrícola, desarrollan hasta mañana una agenda de contactos diseñada por la Oficina Comercial de España en Johannesburgo en esta capital, Ciudad del Cabo y Durban, mientras que la próxima semana se trasladan a Luanda.

Y es que, Sudáfrica, con una población de algo más de 45 millones de habitantes, está considerado como un mercado emergente con ventajas como su situación estratégica dentro del continente africano, comercio liberalizado, estabilidad política con un compromiso del Gobierno de facilitar las inversiones, avanzada tecnología e infraestructuras física, financiera y de telecomunicaciones, excelentes recursos naturales y uno de los costes energéticos más bajos del mundo.

Así, en el último año, la relación comercial de la Región con el país ha evolucionado de modo muy positivo, ya que hasta noviembre de 2010 (últimos datos disponibles), las exportaciones alcanzaron los 14,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 73,3 por ciento, lideradas por aceites destinados a la alimentación y fruta fresca.

En sentido contrario han evolucionado las ventas con destino a Angola, ya que, hasta noviembre de 2010, el valor global de las ventas de productos murcianos descendió un 36,7 por ciento, a pesar de incrementos individuales como el sector correspondiente a la maquinaria eléctrica.

Angola es un país cuya economía se sostiene gracias a las actividades extractivas del petróleo y los diamantes, que suponen más del 80 por ciento del PIB, con magníficas perspectivas de futuro, pero con la vulnerabilidad que le da dicha dependencia.

La mayoría de la población vive de la agricultura de subsistencia, pero por el contrario el país necesita importar el 50 por ciento de los alimentos que consume, lo que le genera gran dependencia del exterior.

Entre sus ventajas, registra un clima de crecimiento sostenido de su economía, debido a una estabilización macroeconómica -reducción de la inflación y consolidación presupuestaria- y al citado dinamismo de las actividades extractivas.