El Ministerio Fiscal ha elevado hoy a definitiva su petición de 17 años de prisión por delito de asesinato para el joven de origen marroquí Jaquad A, a quien ha atribuido la autoría, con saña, del denominado crimen de la calle Ebro registrado en la noche del 12 a 13 de octubre de 2009 en la persona de su compatriota Albdelkarim A, al que, según ha considerado probado la acusación pública, trató de infligir un dolor innecesario al asestarle con una "brutal fuerza" una quincena de heridas con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, algunas con una profundidad de hasta 40 centímetros, "que le atravesaron el cuerpo de parte a parte".

El ensañamiento, ese 'plus' que eleva el homicidio a la categoría de asesinato, es el que, según la acusadora pública, empleó el marroquí Jaquad A. la noche de autos en el domicilio de su víctima, sito en el número 15 de la calle Ebro, aprovechando que ésta, a la que conocía por haber coincidido ambos como temporeros en la vendimia y la recogida de patata, le había invitado para cenar carne a la plancha y continuar con las copas que un par de horas antes habían compartido en un bar próximo.

Sin concretar si el móvil fue o no el robo de los más de 500 euros que el fallecido acababa de cobrar por la última campaña y de los que éste había hecho ostentación en el referido establecimiento hostelero, la representante del Ministerio Fiscal, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha cimentado su convicción sobre la culpabilidad del procesado en el testimonio aportado por un compañero de piso de la víctima, Óscar Alberto M, músico de profesión y dotado de muy "buen oído" quien asegura que aquella noche la única persona que entró en el domicilio es la persona que se sienta en el banquillo.

El testigo, según ha incidido la fiscal en la cuarta y última jornada del juicio con jurado popular celebrado en la Audiencia de Valladolid, excluyó de forma categórica que una tercera persona accediera al inmueble esa noche, y ello a pesar de que tanto el acusado, que ha proclamado hoy nuevamente que es "inocente" y no tiene "ninguna relación" con lo ocurrido, como su abogado defensor han tratado a lo largo del proceso de sembrar dudas respecto de la posible autoría del crimen por parte de otros dos marroquís, Bennaceur A. y Bouchaid A, el primero de los cuales fue invitado esa madrugada por el fallecido para que se sumara a la fiesta y el segundo por haber aparecido sus documentos identificativos bajo el cadáver de 'Karim'.

Sentada la premisa de que Jaquad A, a parte de la víctima y del propio músico argentino, fue la única persona que franqueó la puerta del piso, la fiscal ha insistido en que el procesado, entre las 01.00 y 02.00 del 13 de octubre de 2009, cogió un cuchillo de cocina de unos 28 centímetros de hoja y aprovechando que 'Karim' se hallaba en el salón le asestó hasta un total de catorce heridas.

Tomando como base el informe forense, la acusadora entiende que las primeras lesiones recibidas por el fallecido en la cara y las manos fueron de "tanteo" y denotan que éste trató de arrebatar el cuchillo a su oponente, si bien el imputado logró su propósito inicial con el resto de cuchilladas asestadas, de forma especial, la mortal por desangramiento, que le alcanzó en la zona lumbar izquierda y seccionó la aorta y otra cercana que le afectó al hígado, un riñó y un pulmón.

"Muchas de ellas eran innecesarias y le causaron un gran sufrimiento", ha insistido la fiscal en un intento por convencer al jurado de que la muerte de 'Karim' fue "sangrienta, muy dolorosa y con ensañamiento", al tiempo que ha rechazado que su presunto verdugo tuviera en ese momento aminoradas sus facultades cognoscitivas y volitivas a causa de una elevada ingesta de alcohol.

En este sentido, detalles tales como la forma "sigilosa" en la que el acusado abandonó el piso, su lucidez a la hora de deshacerse del arma—sigue sin aparecer—, el hurto del dinero del fallecido y su repentina huída a su país de origen, sobre todo el hecho de que una hora después de salir del piso de 'Karim' estuviera ya con su maleta en la estación de autobuses con destino a Barajas para coger un avión a Tánger, muestran bien a las claras que Jaquad A. estaba en plenitud de sus facultades mentales.

Sin posibilidad de gritar

En su informe final, la fiscal ha calificado además de escasa relevancia el hecho de que en el escenario del crimen no aparecieran huellas dactilares ni restos biológicos del acusado, ni siquiera en el cadáver de la víctima, circunstancia esta última que ha tribuido a la longitud del cuchillo y la imposibilidad de que 'Karim' pudiera siquiera arañar a su oponente.

Además, respecto del selectivo oído del compañero de piso del fallecido, capaz de oír nítidamente cómo el acusado abandonaba el inmueble a las 02.00 horas e incapaz de enterarse de la lucha y acuchillamiento previo habidos en el salón, la acusadora ha considerado tal posibilidad "absolutamente compatible" y acorde con el informe forense, que apunta la posibilidad de que la víctima no fuera capaz de gritar al recibir entre las primeras cuchilladas una que le seccionó la tráquea y otras posteriores, más graves, le afectaron a los pulmones y provocaron un hemotórax.

"Si el testigo no oyó gritos es porque éstos no se produjeron", ha zanjado la fiscal, quien ha advertido además que el acusado mintió en su primera declaración en Ceuta, al ser detenido dos meses después de los hechos, ya que entonces aseguró que había abandonado el piso de la víctima sobre las 01.20 horas y ahora, tras conocer el informe forense que data la muerte de 'Karim' en las 0.13 horas, precisa que se ausentó del inmueble entre las 01.10 y 01.15 horas. "Se ha desdicho porque su primera declaración le situaba en el escenario del crimen y a la hora en que se produjo el acuchillamiento", ha concluido.

La defensa, por su parte, ha mantenido también invariable su petición de no culpabilidad, en aplicación del principio de presunción de inocencia recogido en la Constitución Española, y con carácter subsidiario, en el supuesto de que el veredicto fuera otro, ha pedido a las siete mujeres y dos varones que integran el jurado que apliquen en los hechos la atenuante muy cualificada de elevada ingesta de alcohol por parte de su patrocinado. Y es que, en su opinión, la tasa de alcohol en sangre de 1,92 que dio la víctima no estaría muy lejana a la que pudiera presentar el acusado.

En su informe final, el defensor, quien ha rechazado la existencia de ensañamiento, se ha dirigido expresamente al jurado para recordarle que en caso de duda es preciso emitir un veredicto en favor del reo y, en tal sentido, ha indicado que es razón más que suficiente para ello la ausencia total de huellas dactilares y restos biológicos de su defendido en el salón absolutamente revuelto y ensangrentando donde fue descubierto el cadáver, en el que tampoco se hallaron pruebas incriminatorias contra Jaquad A, amén del importante detalle de que la Policía Científica reconoce el hallazgo de una quincena de huellas que carecían de suficiente valor identificativo y que "podrían pertenecer a cualquier persona", entre los que no excluyó a los citados Bennaceur A, Bouchaid A. e incluso al compañero de piso argentino y principal testigo de cargo.

Asimismo, ha justificado la repentina marcha de su cliente en el irrefrenable impulso que, debido al elevado consumo de alcohol, tuvo esa noche para viajar a su país de origen para visitar a su madre enferma y, al mismo tiempo, recoger un vehículo Mercedes cuya admisión temporal en Marruecos tenía un determinado plazo de vencimiento.

Es previsible que mañana los miembros del jurado reciban ya el objeto del veredicto o cuestionario al que deberán responder para determinar si Jaquad A. es culpable o no de los hechos que se le imputan.