El Juzgado de lo Penal número 4 de Santander ha condenado a tres meses de prisión a J.H.R., un conductor que forcejeó con agentes de la Policía cuando le requirió para que se hiciera la prueba de alcoholemia.

Los hechos sucedieron en agosto de 2008, cuando el procesado circulaba en dirección al casco urbano de Laredo tras haber consumido alcohol, y perdió el control del vehículo, de forma que colisionó contra un turismo aparcado.

Agentes de la Policía Local de Laredo le pidieron que hiciera la prueba de alcoholemia, y él accedió, con resultados positivos en el medidor portátil.

Pero para el análisis con el etilómetro en la furgoneta hacía falta que el acusado se desplazara, ya que ese vehículo no podía moverse en ese momento hacia el lugar del accidente. Y J.H.R. no quería marcharse, alegando que estaba esperando la grúa y no quería dejar el coche sólo.

A continuación, el acusado se metió en su coche, del que entró y salió en reiteradas ocasiones, insultando a los agentes, que le sacaron por la fuerza del vehículo, a lo que este respondió forcejeando con ella.

Por estos hechos se le condena a tres meses de prisión y dos años sin carné por un delito contra la seguridad vial, a multas de 480 euros por dos faltas de lesiones a los agentes, a quienes tendrá que indemnizar con 112 euros.