El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la economía española creció el 0,2% entre octubre y diciembre, tras el estancamiento del trimestre anterior, pero cayó el 0,1% en el conjunto de 2010. Mejora así la previsión del Gobierno, que apuntaba inicialmente a un descenso del 0,3% y que posteriormente fue corregida hasta un retroceso del 0,2%.

Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron su crecimiento en el cuarto trimestre de 2010, del 9,4 al 10,5%, respecto al trimestre anterior, y las importaciones también se incrementaron aunque más levemente, al pasar del 5 al 5,3 %, según el INE.

De este modo, la contribución de la demanda exterior neta de la economía española al PIB trimestral se incrementara en tres décimas, de 0,9 a 1,2 puntos.

El empleo en el cuarto trimestre descendió el 1,4%, lo que supuso una reducción de más de 238.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.

Además de la mejor contribución del sector exterior, también hay que destacar la reducción en una décima de la contribución negativa del crecimiento agregado de la demanda nacional, que pasó del 0,7 a 0,6 puntos.

Esta evolución de la demanda nacional en el cuarto trimestre se observó también en sus dos principales agregados, el gasto en consumo final y la inversión.

El gasto en consumo final de los hogares registró un pequeño aumento en el crecimiento interanual del cuarto trimestre, desde el 1,5 al 1,7%.

Asimismo, el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas aumentó su decrecimiento interanual dos décimas, desde el 0,7 hasta el 0,9%, debido a la evolución tanto de la remuneración de los asalariados como de los consumos intermedios de estas administraciones.

La formación bruta de capital fijo redujo en seis décimas su decrecimiento, al pasar del 6,7 al 6,1%.

En cambio, la demanda de inversión en bienes de equipo disminuyó su crecimiento, del 2,4 al 1,2%, mientras que la construcción atenuó su decrecimiento en el cuarto trimestre, del 11,2 al 10,6%.

Además, la industria manufacturera moderó su crecimiento tres décimas, del 1,7 al 1,4%, y las ramas energéticas aumentaron su crecimiento hasta el 6,6 %, dos puntos más que en el trimestre precedente.

El valor añadido bruto de la construcción redujo ocho décimas su contracción, del 6,6 al 5,8%, aunque el INE subrayó que sigue siendo la actividad con los decrecimientos más intensos del cuadro macroeconómico.

El decrecimiento del coste laboral unitario se incrementó cuatro décimas hasta el 2,3%.