Navarro cree que publicar el nombre y la foto de un agresor en los medios tendría un efecto disuasorio

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, ha considerado este martes que "a lo mejor serviría" para disuadir a otros posibles agresores el hecho de que los medios de comunicación no sólo publicaran, en su caso, las iniciales del hombre que ha matado a su pareja o expareja sino también su imagen, una vez que hubiera sentencia firme que ratificara que es el asesino.
Micaela Navarro
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JUNTA DE ANDALUCÍA
Micaela Navarro

La consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, ha considerado este martes que "a lo mejor serviría" para disuadir a otros posibles agresores el hecho de que los medios de comunicación no sólo publicaran, en su caso, las iniciales del hombre que ha matado a su pareja o expareja sino también su imagen, una vez que hubiera sentencia firme que ratificara que es el asesino.

Antes de presidir el pleno del Consejo Andaluz de Personas Mayores en Sevilla, Navarro ha dicho que, pese a que vivimos en un Estado de derecho en el que siempre hay que respetar la presunción de inocencia, "no estaría mal estudiar" el que el nombre y la imagen del agresor fuesen conocidos públicamente tal y como "se estudió, en su momento, el que las sentencias judiciales, además de ser públicas, fueran publicadas".

Sobre la "desgraciada" muerte por violencia de género ocurrida este martes en Málaga, la consejera ha vuelto a reivindicar el uso "de las muchas medidas complementarias que existen a las órdenes de alejamiento", como los dispositivos de telefonía móvil o las pulseras electrónicas. En este sentido, Navarro ha pedido a los jueces y a los responsables de evaluar el nivel de riesgo de las víctimas que piden protección que "no minimicen el riesgo", ya que una vez más se ha demostrado que "una orden de alejamiento se puede romper en segundos".

En este caso concreto, la mujer de 37 años fallecida en la barriada de El Palo de Málaga tenía una orden de alejamiento en vigor pero se le había denegado el servicio de telefonía móvil porque, supuestamente, al haberse trasladado de donde vivía con su agresor (Antequera) a la capital malagueña el nivel de riesgo había disminuido.

Por ello, Navarro ha insistido en que "éste es uno de los casos que nos debe servir para que se extremen las precauciones" y para demostrar que "el que se esté viviendo en una ciudad diferente no tiene por qué suponer que el nivel de riesgo ha bajado". "Para los agresores no hay límites geográficos ni de ningún otro tipo, sino que cuando tienen esa intención, la llevan a cabo en cualquier momento", ha lamentado.

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