La presidenta de la asociación ecologista de Ibiza Amics de la Terra, Hazel Morgan, no ve un peligro "inmediato" en las prospecciones petrolíferas que se llevan a cabo en aguas entre Valencia y Baleares y a las que el Govern balear se ha opuesto por completo.

Según ha manifestado Morgan en declaraciones a Europa Press, las prospecciones "no implican necesariamente que haya perforaciones".

En este sentido, la ecologista ha explicado que, "durante los primeros dos años", los estudios que se llevan a cabo para buscar yacimientos petrolíferos se ejecutan mediante "vía satélite" y no son tan agresivos "como las extracciones" de crudo.

La apreciación de Morgan se encuentra en las antípodas de lo expuesto este lunes en Valencia por el exministro Abel Matutes, quien argumentó que un 72% de la "considerable" contaminación que posee el mar del Norte "se debe a los lodos de las exploraciones, no tanto a las extracciones de crudo, como a los simples trabajos de prospección, que es lo que ahora se está empezando".

Matutes dijo que la realización de prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia, en las aguas que separan Valencia de las Islas Baleares, "supone una amenaza no solo para el turismo, sino para toda la actividad económica de estas regiones".

Sobre esta disparidad de opiniones, Morgan ha precisado que su organización no controla "exhaustivamente" esta cuestión y ha reconocido que, "posiblemente, Matutes sepa de esto más que yo".

"No hemos visto el proyecto de prospecciones", ha remarcado la dirigente ecologista.

Aun así, la responsable de Amics de la Terra ha incidido en que "es preocupante" que se hagan prospecciones porque "quiere decir que pueden llegar a realizar extracciones, con el perjuicio que ello causaría al medio ambiente".

Sobre la reivindicación que Matutes ha hecho ante el Gobierno central en pos de que se estudie una nueva política energética, en la que "junto a las energías renovables se contemplen otras opciones, incluso las nucleares, que son menos contaminantes" y "unas de las producciones de energía más seguras", Morgan ha opinado que "no se puede considerar a la energía nuclear una energía limpia".

En este sentido, ha detallado que esto es así porque "sus residuos son muy peligrosos y tardan mucho tiempo en descomponerse, además de otros peligros que lleva aparejada, como las amenazas de ataques terroristas, cuyos resultados serían devastadores".