La portavoz adjunta del grupo parlamentario Compromís en las Corts Valencianes, Mireia Mollà, ha asegurado este martes que la acción realizada por activistas de Greenpeace en la central nuclear de Cofrents (Valencia) "pone de relieve el malestar que existe ante las intenciones de prolongar la vida de la central que acaba, según la ley, el próximo 19 de marzo".

En este sentido, la diputada de Compromís ha registrado una pregunta en las Corts mediante la que inquiere al Consell que, en cumplimiento de la legislación vigente sobre la vida útil de las centrales nucleares, "haga las gestiones oportunas ante del Gobierno central para que no se renueve el permiso de explotación de la Central de Cofrentes".

Mollà ha afirmado en un comunciado que en los últimos años se ha observado "con grave preocupación los constantes accidentes, prealertas y paradas no programadas en esta central nuclear". "Se debe tener en cuenta que Cofrentes se puso en marcha en 1984 y después de todos estos años se ha convertido en una de las centrales con tecnología más obsoleta y, por tanto, más peligrosas", ha apuntado.

"La energía nuclear es cara, peligrosa, nos hace más dependientes de terceros países, dependientes de grandes empresas productoras, incrementa la huella ecológica, en general nos genera más problemas que beneficios a corto y largo plazo", ha manifestado.

En este sentido, ha indicado que, por todos estos motivos, reitera la petición de que no se prolongue el permiso de explotación de esta central "y se establezca de manera inmediata un plan para el desmantelamiento de la Central Nuclear de Cofrentes y su sustitución por energías limpias y seguras procedentes de fuentes renovables como la solar, la eólica y las combinadas".