La Audiencia de Cantabria ha puesto en busca y captura al promotor inmobiliario acusado de estafa al no comparecer ante la Sección Primera, que le iba a juzgar este lunes por delitos por los que se le pedía seis años de prisión.

El hombre estaba acusado junto a su hija de delitos de estafa y alzamiento de bienes. El Ministerio Fiscal pedía contra él seis años de prisión y 8.100 euros de multa, y para ella, dos años de cárcel y 6.700 euros de multa.

Los hechos tuvieron lugar entre 1999 y 2002 cuando el hombre, administrador único de una promotora, vendió 17 chalets en el barrio de Faro, en Cabo de Ajo, en el municipio de Bareyo que se iban a construir sobre terrenos de su propiedad.

Para financiar su construcción hipotecó varias fincas; ocho de las hipotecas suscritas no perjudicaron a sus compradores, puesto que cuando estos escrituraron las viviendas se subrogaron a dichas hipotecas como forma de pago.

Sin embargo, no ocurrió lo mismo con las otras tres. Ante las dificultades económicas por las que atravesaba su empresa para levantarlas, el acusado constituyó con su hija una sociedad que fue comprando diversas fincas a la promotora, pero sin levantar las hipotecas constituidas.

De este modo, se perjudicó a los compradores de las tres fincas hipotecadas, ya que con estas operaciones no quedó ningún bien bajo propiedad de la promotora.

El fiscal considera al padre autor de delitos continuados de estafa y alzamiento de bienes, para cada uno de los cuales pide una pena de tres años de cárcel, y a la hija le imputa un delito continuado de alzamiento de bienes por el que solicita dos años de cárcel.