El secretario general de la Unión de Guardias Civiles, Manuel Mato, ha puesto hoy en tela de juicio el nivel de seguridad de los ciudadanos de la provincia de Valladolid debido a la falta de instalaciones y de medios y, al respecto, ha reclamado la creación de dos nuevos puestos principales en las localidades de Arroyo de la Encomienda y Tudela de Duero, cada uno de ellos de un oficial al mando y dotados de unidades específicas de investigación, Tráfico y Seprona con el fin de ser "autodependientes en su funcionamiento diario".

Mato, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha abogado además por que el Puesto Principal de Laguna de Duero cuente con "instalaciones acordes" a la importancia del mismo, al tiempo que ha denunciado la situación en la que se encuentran los puestos de Fresno el Viejo, Muriel de la Fuente, Esguevillas o el propio de Arroyo de la Encomienda, con los que, según ha sostenido, cuentan con numerosos problemas para dar cobertura a la población.

El sindicalista ha recordado que mientras los criminales no sufren los rigores de la crisis en su actividad delincuencial, los ciudadanos no cuentan con una cobertura de seguridad adecuada. "¿Es que los ciudadanos no se merecen la protección que pagan con sus impuestos, o sólo hay protección para políticos importantes", ha cuestionado Mato.

"nos están intentando eliminar"

Éste, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha aprovechado para denunciar públicamente la, a su juicio, "persecución" a la que se están viendo sometidas las asociaciones de guardias civiles y en concreto la suya propia, cuatro de cuyos responsables, entre ellos dos vocales del Consejo General de la Guardia Civil, han sido expedientados recientemente por las ruedas de prensa celebradas en Salamanca y Zamora en las que "se limitaron a ejercer el derecho a la libertad de expresión".

En este sentido, Mato asegura que desde el Ministerio del Interior, con la aquiescencia de la Delegación y Subdelegación del Gobierno, "que están practicando la política del avestruz", se está pretendiendo "eliminar" a las asociaciones que representan los legítimos derechos de los guardias.

En el lado opuesto, el sindicalista situó al jefe de la Comandancia de Valladolid, Juan Miguel Recio, a quien alabó porque "escucha, intenta solventar los problemas, tiene su puerta siempre abierta a las asociaciones, ha reconocido los problemas y está tratando de solventarlos", entre ellos la posibilidad de que las asociaciones cuenten con un local en el que realizar su actividad.

En el lado opuesto, Mato situó a los representantes de las comandancias de Salamanca y Zamora, a quienes acusó de ejercer "políticas cortijeras" impropias del siglo XXI, tras denunciar que en el primer caso las dependencias salmantinas albergan una iglesia de más de 400 metros cuadrados en las que un guardia civil diácono oficia misa todos los domingos y en el segundo las instalaciones zamoranas cuentan con una peluquería y una zapatería.

"Los guardias civiles no estamos para eso. Quien quiera congraciarse con Dios tiene sacerdotes e iglesias fuera del cuartel. El prestigio de la Guardia Civil se gana trabajando y no cortando pelos, arreglando zapatos o dando misa", ha sentenciado Mato, quien, frente a los ataques y persecuciones, ha advertido de que su asociación seguirá en la lucha y "no dará un paso atrás, salvo para coger impulso".