La huelga que mantienen desde hace casi una semana los trabajadores de Urbanos Amarillos, la nueva concesionaria desde finales de año del servicio de autobuses urbanos de Jerez de la Frontera (Cádiz), se ha recrudecido después de que hayan registrado "actos de violencia y vandalismo" en los vehículos.

Según informaron a Europa Press fuentes del comité de empresa, la dirección les ha acusado en un comunicado de estar detrás de la rotura de "30 lunas, pintadas y pinchazos" en los autobuses que realizan los servicios mínimos (uno por línea), lo que ha provocado que los empleados se estén planteando ampliar la protesta un mes.

Por ello, el comité de empresa tiene previsto mantener esta semana una asamblea en la que propondrán "prorrogar" las medidas de presión de 10 a 30 días, dado que la convocatoria inicial era hasta el 18 de febrero, al considerar "una mentira" las últimas manifestaciones de la empresa.

Los trabajadores de Urbanos Amarillo apuntan al incumplimiento de "once puntos" ante el "mal estado" de la flota como las razones de los paros que han iniciado a comienzos de semana.

Por su parte, desde la empresa —que el pasado mes de noviembre firmó la concesión "transitoria" del servicio tras la marcha de Cojetusa— supeditan cualquier acuerdo a la adjudicación definitiva del servicio, lo cual no se producirá hasta el mes de abril.