Nuevo futuro para el Guinardó

Comienza la demolición de un núcleo de degradación del barrio para crear nuevos equipamientos.
Las máquinas trabajando ayer en los derribos de las naves industriales.
Las máquinas trabajando ayer en los derribos de las naves industriales.
Jordi Soteras
Las máquinas trabajando ayer en los derribos de las naves industriales.
Tras más de treinta años de afectación urbanística y de una creciente degradación, el entorno del Mercat del Guinardó –donde están ocupadas menos de la mitad de las paradas– comienza a tener motivos para soñar con que el proceso tome ahora el rumbo contrario.

Las máquinas comenzaron ayer a derribar las naves industriales de La Rabia y El Carroñero, donde en los últimos años habitaban colectivos de okupas que organizaban ruidosas fiestas, según denuncian los vecinos, que ayer se mostraban de lo más optimistas.

También el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien aseguró que con estas obras comienza el fin del «conflicto social que se había planteado aquí con los vecinos».

Paralelamente al inicio del derribo, el Ajuntament aprobó ayer definitivamente la reforma del mercado y la creación en el solar de un Centre d’Atenció Primària, de un centro cívico, una guardería, una residencia y un centro de día para la tercera edad y 40 pisos de protección oficial para realojar a parte de los vecinos afectados.

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