El obispo de Santander, Monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha pedido "una mayor sensibilidad" hacia las personas enfermas, al tiempo que ha agradecido "la entrega generosa y sacrificada de todas las personas" que les cuidan.

El prelado ha lanzado este mensaje con motivo de la XVIII Jornada Mundial del Enfermo que se celebra cada 11 de febrero, coincidiendo con la memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes.

Vicente Jiménez presidirá con dicho motivo este viernes, a las cinco de la tarde, en la Catedral, una Eucaristía en la que estarán presentes los miembros y voluntarios del Secretariado Diocesano de la Pastoral de la Salud que preside Iñaki Mardones Aja, así como enfermos y profesionales sanitarios procedentes del Hospital de San Juan de Dios (Santa Clotilde) y del centro Padre Meni (Hospitalarias del Sagrado Corazón), entre otros centros.

A la celebración también acudirán miembros de la Hospitalidad Diocesana de Nuestra Señora de Lourdes que cada año asisten acompañando a enfermos, algunos de ellos en sillas de rueda.

Iñaki Mardones ha explicado que con la jornada de Nuestra Señora de Lourdes, la Iglesia inicia la denominada Pascua del Enfermo, que culminará el domingo 29 de mayo y que este año se desarrolla bajo el epígrafe, "Juventud y Salud".

Al respecto Mardones ha destacado que con este lema se pretende "profundizar en la realidad de las personas jóvenes que padecen una enfermedad", a la vez que se quiere "recordar a los jóvenes que realizan tareas de voluntariado en el mundo de la salud, así como a los profesionales sanitarios jóvenes, a los cuales hay que acompañar y arropar".

Con la campaña anual que se inicia el 11 de febrero, "recordamos a los enfermos de nuestra Diócesis, a sus familias y a los profesionales de la Salud, para celebrar con gozo su entrega y el compromiso común que hemos adquirido de servir a la salud y a la evangelización del mundo sanitario", ha indicado Mardones.

Reflexionar sobre el sufrimiento

Con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo "que instituyó el venerable Juan Pablo II", la Iglesia invita a "reflexionar sobre el misterio del sufrimiento y, sobre todo, insta a nuestras comunidades y a la sociedad civil a que sean más sensibles a los hermanos y las hermanas enfermas".

El obispo de Santander, Monseñor Jiménez Zamora, ha recordado que en la Jornada de este año, el Santo Padre ha efectuado "un enérgico llamamiento a las autoridades para que inviertan en estructuras sanitarias que sirvan de ayuda y de sostén para los que sufren, sobre todo, para los más pobres y necesitados".

A la vez, se dirige a la comunidad cristiana, a los voluntarios y "a todos los que se dedican con amor a curar y aliviar las heridas de los que sufren, para que sepan contemplar en los enfermos el rostro del mismo Cristo".

Monseñor Jiménez ha resaltado que los jóvenes "están llamados" a ver y a encontrar a Jesús en la Eucaristía, pero también "a saberlo reconocer y servir" en los pobres, en los enfermos, en los que sufren y necesitan ayuda, "creando un puente de amor y de solidaridad".

El obispo cántabro ha querido "agradecer la entrega generosa y sacrificada de todas las personas" que cuidan a los enfermos: a sus familias, médicos, enfermeros, profesionales, voluntarios, sacerdotes, capellanes, religiosos y los miembros de las parroquias. Además, pide "a la Virgen María, Nuestra Señora de Lourdes, que cuide de todos nosotros y sea vida, dulzura y esperanza nuestra, ya que Ella es la Salud de los enfermos".

Pastoral de la salud

El Secretariado diocesano de pastoral de la salud, está integrado por un equipo de religiosos, capellanes y laicos que tiene como objetivos coordinar, aglutinar y potenciar toda la actividad pastoral de los enfermos y de la promoción de la salud.

Para ello, se intenta trabajar en los hospitales, parroquias, así como en centros de enfermos mentales. Este equipo diocesano, igualmente, "trata de estimular y aliviar a las personas que sufren por falta de salud para que se sientan valoradas y acogidas por la comunidad", ha indicado el delegado Iñaki Mardones.