Acusan al Ejército egipcio de realizar detenciones masivas, torturas y desapariciones

Un soldado recibe un beso de su madre en El Cairo.
Un soldado recibe un beso de su madre en El Cairo.
Jim Hollander / EFE
Un soldado recibe un beso de su madre en El Cairo.

El Ejército egipcio, que hasta la fecha ha mostrado cierta imagen de neutralidad ante las movilizaciones contra el presidente Hosni Mubarak, ha detenido en secreto a "cientos, y puede que a miles" de manifestantes, muchos de los cuales han sido torturados y permanecen desaparecidos, según denunciaron testigos y activistas de Derechos Humanos citados por el diario británico The Guardian.

Estas denuncias coinciden con el anuncio del ministro egipcio de Exteriores, Ahmed Abul Gheit, de que el ejército podría intervenir si hay caos y con el fin de salvaguardar la Constitución, que será modificada en seis de sus artículos.

La gran mayoría de las violaciones de Derechos Humanos en Egipto han sido atribuidas, en el pasado, a la célebre agencia de Investigaciones de Seguridad del Estado (SSI), y no tanto al Ejército. No obstante, las organizaciones locales de Derechos Humanos han asegurado que las fuerzas armadas han perpetrado detenciones secretas, desapariciones y torturas desde que comenzaron las movilizaciones.

El director de la Iniciativa Egipcia por los Derechos Personales, Hossam Bahgat, declaró a The Guardian que "cientos, puede que miles" de personas han "desaparecido" bajo custodia militar en diversos puntos del país.

Los detenidos, precisó, eran "personas normales" que fueron arrestadas únicamente por llevar folletos políticos, por asistir a las manifestaciones o incluso por su aspecto exterior. Desde su detención, según estas fuentes, muchas familias están intentando desesperadamente localizar su paradero.

Golpes y abusos físicos

Algunos de los detenidos que fueron posteriormente liberados, han manifestado que los militares les habían capturado y sometido a golpes y otros abusos físicos, en lo que parecía "una campaña organizada de intimidación".

Los soldados les acusaban de complicidad con fuerzas extranjeras, incluso con dos actores tan diametralmente opuestos entre sí como Israel y el Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás).

Entre las víctimas de estas detenciones secretas figuran activistas de Derechos Humanos, abogados y periodistas. Pese a las desapariciones, la mayoría de ellos, según los testigos, fueron posteriormente liberados.

La organización internacional Human Rights Watch (HRW) aseguró a The Guardian que ha documentado la detención de al menos 119 civiles por parte del Ejército, pero advirtió de que la cantidad real puede ser muy superior. Según Hassam Bahgat, es imposible saber cuántas personas han sido arrestadas porque el Ejército se ha negado a admitir estas detenciones. En todo caso, estimó que la pauta de desapariciones registrada en El Cairo se ha podido repetir en otros puntos del país.

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