Las obras de la plaza Lizana, la calle Sancho Abarca y la plaza López Allué de la capital altoaragonesa complementan una serie de intervenciones en el casco antiguo de la ciudad con las que el Ayuntamiento oscense pretende mejorar los accesos a esta zona y ordenar los flujos de tráfico, según ha explicado este martes el alcalde de Huesca, Luis Felipe, durante una visita a estas obras.

De esta forma, el Ayuntamiento sigue actuando en el casco antiguo de la ciudad, con el desarrollo de las obras de las plazas López Allué y Lizana y en breve se licitarán las de la calle Sancho Abarca, vía que une ambas plazas.

En López Allué se ha trabajado los dos últimos días en la instalación de elementos mecánicos que van a limitar el acceso de vehículos con objeto de que la plaza adquiera condición de peatonal aunque, ha subrayado Luis Felipe, el consistorio es "muy sensible" a las necesidades de los comerciantes y vecinos de la zona.

En la calle Sancho Abarca se cambiará el pavimento, se situarán las aceras al mismo nivel que la calzada, se urbanizarán los accesos a las fincas particulares y se realizará el soterramiento de los contenedores, mientras que la plaza Lizana se verá beneficiada por la sustitución del pavimento, la eliminación de las actuales bancadas de piedra y el soterramiento de los contenedores que se ubican en ella, para hacerla más accesible facilitando el tránsito por la misma.

El alcalde de la ciudad ha manifestado que "estas obras hay que sumarlas al conjunto de actuaciones de la cale Quinto Sartorio, plaza Alfonso el Batallador, calle Petronila, plaza Latre o calle Canellas y son actuaciones que van a permitir mejorar el espacio de la ciudad en su zona interior, al mismo tiempo también va a permitir ordenar el flujo de acceso al casco histórico".

Las obras tanto de la plaza Lizana como de López Allué finalizarán el próximo mes, mientras que los trabajos en la calle Sancho Abarca durarán cuatro meses desde su licitación.