De esta forma, se podrán apagar los cigarros que, desde que entró en vigor la ley antitabaco, «acaban arrojados en el suelo», ante la ausencia de elementos adecuados donde depositarlos.

El equipo de gobierno, que pide en el bando «la colaboración de todos», también se ha comprometido a instalar ceniceros en las marquesinas de los autobuses y a tratar de fijar chapas donde apagar las colillas en las papeleras que ya existen en las calles.

Hasta ahora, se han instalado recipientes adecuados en las puertas del Ayuntamiento, tanto en la Plaza Mayor como en el edificio de San Benito.

El bando, del que se han hecho 500 ejemplares, se repartirán en centros cívicos, bibliotecas, colegios y asociaciones de vecinos para darlo a conocer.

En otras ciudades

Bilbao: El Ayuntamiento compró 20.000 pequeños ceniceros portátiles para que la gente que fuma, no tire el cigarro a la calle.

Valencia: También repartieron ceniceros portátiles y optaron por instalar otros fijos en las puertas de edificios.

Alicante: Cerca de 7.500 papeleras que hay en la calle se están adaptando para poder tirar las colillas.

Madrid: Su alcalde cree que con las papeleras es suficiente.

Ceniceros portátiles

Se venden en algunas tiendas por dos euros y son del tamaño de una cajita.

Cuatro denuncias por infringir la ley

Cuatro denuncias se han presentado en Valladolid por incumplir algún artículo de la ley antitabaco que entró en vigor el 1 de enero. En Castilla y        León, los expedientes abiertos se cifran en 17, situándose       León a la cabeza con siete. Las denuncias, que en la mayoría de los casos han sido emitidas por la Guardia Civil y por los particulares, se presentan en el Servicio Territorial de Bienestar Social. Ayer el Procurador del Común, el Defensor del Rueblo regional, recibió dos quejas por vender tabaco en los centros comerciales.