Juzgan mañana a dos acusados de manipular cajeros para clonar tarjetas

El fiscal pide entre 12 y 13 de años de cárcel para los procesados, que lograron extraer más de 100.000 euros

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzgará este lunes a dos hombres acusados de manipular cajeros automáticos para clonar tarjetas de crédito. El fiscal pide condenas de entre 12 y más de 13 años de cárcel para los procesados que, supuestamente, lograron hacerse con más de 100.000 euros utilizando las tarjetas clonadas.

Según explica la Fiscalía en sus calificaciones, los hechos sucedieron en el año 2007 cuando los dos acusados, de origen búlgaro, se hospedaron en un hotel de Santander y se dedicaron a instalar en varios cajeros de Caja Cantabria dispositivos para copiar la banda magnética de las tarjetas de crédito y débito, y para detectar la clave del cliente.

Supuestamente, los acusados instalaron estos dispositivos en al menos cuatro cajeros de la entidad en Santander y Solares, causando en dos de ellos desperfectos valorados en algo más de 3.000 euros.

Gracias a estas actuaciones y otras previas, el fiscal asegura que los dos acusados, G.G.H. y T.T.S., lograron obtener las claves de varios clientes de la Caja y clonaron sus tarjetas. Después, se realizaron numerosas extracciones, principalmente en Madrid y Roma, hasta alcanzar unos 100.900 euros.

Cuando fueron detenidos, el 6 de noviembre, uno de ellos llevaba encima un teclado copia exacta de los utilizados en los cajeros preparado ya con cinta adhesiva para pegarlo, y también un lector de bandas magnéticas idéntico a los originales y preparado para acoplarlo. Al otro, los agentes de la Policía Nacional le incautaron una lima, un destornillador y un cúter.

En posteriores registros de la habitación de hotel que ocupaban en la ciudad y de la furgoneta que tenían alquilada se encontraron botones de repuesto para teclados de cajero, diversas cantidades de dinero —parte en moneda extranjera—, un ordenador portátil, programas informáticos para recoger y almacenar los datos de las bandas magnéticas y para acceder a los teclados electrónicos, así como dos billetes electrónicos de ida y vuelta entre Bucarest y Madrid vía Amsterdam.

Una vez detenido, cuando iba a ser identificado en Comisaría, el primero de los acusados, G.G.H., echó a correr por el pasillo de los calabozos y lanzó golpes a varios agentes que sufrieron distintas lesiones. PETICIONES

El fiscal califica los hechos como un delito de tenencia de útiles para la falsificación de moneda y un delito continuado de estafa por los que pide condenas de 12 años de prisión para los procesados. En el caso de G.G.H. solicita además un año y tres meses de cárcel más por un delito de atentado a agentes a la autoridad, y multa por tres faltas de lesiones.

Propone asimismo que indemnicen a Caja Cantabria con 100.900 euros por la cantidad que la entidad tuvo que devolver a los clientes estafados.

La propia Caja ejerce también la acusación particular, pero no reclama esta cuantía, que ya le ha sido compensada por el seguro, sino unos 4.300 euros por los daños ocasionados en los cajeros. En el resto de peticiones coincide con la Fiscalía.

Por su parte, CASER (Caja de Seguros Reunidos Compañía de Seguros y Reaseguros) y Euro 6000 son quienes reclaman los alrededor de 100.000 euros estafados.

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