El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha inaugurado este viernes la mejora de la carretera CA-681 entre San Miguel de Aras y Fuente Las Varas, que ha supuesto una inversión por parte del Gobierno regional de 3,8 millones de euros.

Revilla ha expresado su satisfacción por el resultado de los trabajos, que han convertido este tramo anteriormente muy deteriorado en una "maravillosa carretera de montaña", que comunica San Miguel de Aras con las localidades de Matienzo y Solórzano.

Por este motivo, ha felicitado a los técnicos de la Consejería y a la empresa constructora (Fernández Rosillo), y ha hecho un llamamiento a visitar esta zona de la región por su "belleza extraordinaria", especialmente ahora que hay una carretera "como Dios manda".

Finalmente, ha asegurado que el Ejecutivo cántabro "no va a parar de hacer obras públicas", ya que además de generar actividad económica y empleo permiten a la región ganar en competitividad.

Revilla ha estado acompañado por el consejero de Obras Públicas, José María Mazón; el director general de Carreteras, Manuel del Jesus, y los alcaldes de Voto, Solórzano y Ruesga, José Luis Trueba, Javier González Barquín y Jesús Ramón Ochoa, respectivamente.

Mazón ha afirmado que su departamento continuará invirtiendo en Voto y ha anunciado la licitación en aproximadamente un mes de la mejora de la carretera a Nates, actuación que se sumará al proyecto de rehabilitación de las escuelas de la localidad.

Finalmente, Trueba ha agradecido la atención del Gobierno regional a las demandas de Voto y de sus vecinos.

Datos técnicos

El proyecto ha consistido en la mejora de la plataforma de la carretera, que tiene una longitud de 10,6 kilómetros. En el vial se han establecido dos tramos claramente diferenciados: entre los puntos kilométricos 0 y 3,6, y entre el punto kilométrico 3,6 hasta el final, que incluye un puerto de montaña.

El primero de ellos, que atraviesa dos zonas urbanas, presentaba inicialmente una anchura variable comprendida entre 4,25 y 5 metros. El segundo tiene las características de un puerto de montaña, con una anchura previa máxima de cuatro metros y un trazado muy sinuoso.

La obra inaugurada ha incluido la ampliación de la plataforma en el primer tramo, dotándola de un ancho de calzada de seis metros y habilitando carriles de tres metros sin arcenes, mientras que en el segundo tramo se ha ampliado la anchura hasta los 5,5 metros, con carriles de 2,75 metros sin arcén.

Complementariamente, se ha procedido a suavizar numerosas curvas, se ha mejorado la geometría del trazado, tanto en planta como en alzado, y se ha ejecutado una nueva red de drenaje.

En cuanto al firme, se ha sustituido el existente anteriormente por uno nuevo compuesto por dos capas de zahorra y mezcla bituminosa en caliente.

La actuación se ha completado con la instalación de la reglamentaria señalización y balizamiento, junto con la construcción de aceras y un paseo peatonal, todo ello con la finalidad de que la carretera reúna las adecuadas condiciones de seguridad vial.