La única periodista española permanente en Afganistán y presidenta de la Asociación por los Derechos Humanos en ese país (ASDHA), Mónica Bernabé, ha acusado al Ejecutivo español de estar "apoyando en Afganistán un Gobierno con criminales de guerra", refiriéndose así a los dos vicepresidentes afganos, Mohammad Qasim Fahim y Karim Khalili, ex miembros de facciones Muyahidines que tras luchar contra las tropas soviéticas entres 1979 y 1989, comenzaron una guerra civil entre 1989 y 1996 "sin importarles la población civil y destrozando barrios enteros".

Así lo ha manifestado Bernabé en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a Palma, donde ha impartido por la mañana una conferencia a estudiantes de Secundaria y, por la tarde, ha explicado sus vivencias ante un auditorio adulto, en una segunda conferencia titulada 'Más allá de los talibanes', en el marco del Programa de Cooperación Internacional de la Obra Social 'la Caixa'.

Bernabé, que en febrero de 2010 recibió el IV Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado, ha censurado el hecho de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "no denuncie ni diga absolutamente nada" ante la presencia de "criminales de guerra" en el Ejecutivo dirigido por Hamid Karzai, a diferencia "de lo que han hecho otros países, como Noruega, que aunque no lo critica directamente, sí que ha apoyado a los colectivos que denuncian esta situación", como Anmistía Internacional y Human Rights Watch.

Además de los dos citados vicepresidentes, la periodista, que trabaja de 'freelance' en Afganistán para varios medios de comunicación, entre ellos el diario 'El Mundo', ha censurado que el Parlamento de ese país también cuenta con otro "criminal de guerra", refiriéndose a Abdul Rasul Sayyaf, quien también perteneció a los muyahidin.

Bernabé ha recordado que el Parlamento afgano aprobó en 2007 una Ley de Anmistía para crímenes de guerra cometidos desde hace tres décadas y que fue apoyada por el propio Karzai, quien presentó varias enmiendas al texto, lo que impide juzgar en el país a cualquier facción de los muyahidines o cualquier actor en conflicto que haya vulnerado los derechos humanos.

En este sentido, ha manifestado que, pese a los numerosos casos de vulneración de derechos humanos cometidos en los últimos años, no sólo por los talibanes, sino también por los muyahidines, nadie ha sido juzgado, mientras que el Tribunal Penal Internacional de La Haya tampoco ha ordenado la detención de ningún criminal de guerra de Afganistán, ya que este país se adhirió al mismo en 2003, por lo que sólo puede juzgar los casos que se cometan después de ese año.

"La versión oficial del representante de la ONU en Afganistán y de los diplomáticos es que no es el momento de tratar este tema, porque hay otro enemigo, que son los talibán y, por tanto, consideran que la Justicia puede esperar", ha aseverado, al tiempo que ha señalado que, pese a que "todo va a peor", la "consigna" que hay ahora a nivel internacional es que la situación en el país "va a mejor", con el fin de justificar la retirada de las tropas, dado que la gran cantidad de bajas puede suponer un "precio político" para algunos Gobiernos.

Además, ha añadido que, aunque se quisieran investigar las violaciones de los Derechos Humanos, no hay personal especializado en Afganistán para realizar pruebas de ADN, ni recopilar la documentación de cualquier crimen que se haya cometido recogiendo los testimonios y las pruebas forenses, razón por la cual, ha revelado que una asociación está tratando de formar a personas en la exhumación de fosas comunes.

"no hay tropas de paz"

Por otro lado, la periodista catalana ha subrayado que "nunca ha habido tropas de paz" en Afganistán, ni españolas, ni de la OTAN, al tiempo que ha remarcado que, en estos momentos, hay una "guerra total", por lo que "los soldados españoles ponen cada día en riesgo su vida cuando salen a patrullar".

Además, ha negado que los militares españoles realicen en Afganistán trabajos de reconstrucción, ya que lo único que están haciendo es "garantizar la seguridad".

En esta línea, ha apuntado que es la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, la que se encarga de realizar los proyectos de reconstrucción, si bien ha precisado que sólo trabajan "una docena de personas", que viven en la base militar española y que en todo momento están protegidas por las tropas, que les acompañan, pero "no hacen el trabajo de cooperación".

Por ello, Bernabé ha reprobado que el Ejecutivo central "no esté explicando" a los ciudadanos qué están haciendo los 1.500 soldados españoles que se juegan la vida en Afganistán, ya que "se está invirtiendo mucho dinero y lo mínimo es que estemos informados de lo que está pasando". "No entiendo la actual política de bloqueo informativo", ha señalado.

Respecto al futuro de Afganistán, la periodista, que cubrió la represión contra las mujeres durante la época de los talibán, ha advertido de que como no haya un cambio por parte de la comunidad internacional, este país "va a quedar en manos de los señores de la guerra o de los talibán si se llega a pactar con ellos".

"acabar con la escalada bélica"

Además, para lograr la pacificación, ha considerado "necesario" acabar con la "escalada bélica actual y apartar a los señores de la guerra del poder", con el fin de "sanear" la administración. Sin embargo, ha indicado que los mandatarios internacionales ya han dicho que esto es "imposible", ya que es un "monstruo que ellos mismos han creado".

Pese a ello, Bernabé ha remarcado que no se cree que la presión internacional no pueda cambiar la situación en Afganistán, teniendo en cuenta que es un país en el que hay tropas de 48 países y donde el Gobierno depende totalmente de la comunidad internacional.

No obstante, la presidenta de ASDHA ha reconocido que con la llegada de las tropas internacionales, Afganistán "ha mejorado en derechos sociales de la población, que tiene más acceso a la sanidad y a la educación", en relación a la época de los talibán, que gobernaron el país entre 1996 y 2001, año en el que fueron derrocados tras la invasión de EEUU, a consecuencia de los atentados del 11-S.

Bernabé ha señalado que, pese a que en un primer momento, cuando llegaron las tropas internacionales en 2002 había un apoyo generalizado a las mismas por parte de la población, éste se ha ido "degradando", dado que los ciudadanos han visto cómo se ha "pactado" con los señores de la guerra y se ha aceptado que estuvieran en el poder. Al mismo tiempo, han sido testigos de "repetidos errores" en los bombardeos sobre zonas civiles, así como de detenciones "arbitrarias o registros en casas en plena noche".

A pesar de ello, ha dicho que una gran parte de los 30 millones de afganos teme que con la marcha de las tropas internacionales, "se inicie una nueva guerra entre los talibán, que controlan mucha parte del territorio, y los señores de la guerra".

Por otra parte, Bernabé ha calificado de "corrupto e inoperante" el Gobierno de Hamid Karzai que, además, está "ausente" en muchas zonas del país, sobre todo, en el este y en el sur, donde en algunos lugares "no han visto una clínica, ni una escuela, ni se han arreglado las carreteras".

Finalmente, la periodista ha censurado que, pese a que Afganistán es el principal productor de opio en el mundo, con el 90 por ciento de los cultivos, su erradicación "no está dentro de los pilares de la intervención internacional", a pesar de que es una "manera de financiación de los talibán y los señores de la guerra". Además, ha agregado que la ONU cuenta con un informe que desvela que la administración afgana está implicada en el tráfico de opio.