La Unión de Guardias Civiles en Castilla y León (UnionGc) expresó hoy su indignación por la apertura de cinco expedientes a miembros de dicha asociación ordenada por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como consecuencia de sendas ruedas de prensa que los expedientados ofrecieron el pasado año en Salamanca y Zamora.

La decisión de Interior de expedientar a cuatro representantes de la asociación ha llevado a ésta a denunciar públicamente, a través de un comunicado recogido por Europa Press, la "persecución tiránica" sufrida y que atribuye al objetivo del departamento de Pérez Rubalcaba de "destruir el movimiento asociativo de la UnionGc a nivel estatal".

Los cinco expedientes disciplinarios abiertos por falta grave afectan a dos vocales del Consejo de la Guardia Civil, uno de ellos por partida doble, el portavoz nacional y el secretario general de Salamanca, "los cuales han cometido el grave error de ejercer un derecho básico garantizado en la Constitución española para todos los españoles, como es el de expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción, conscientemente y a sabiendas que dichas manifestaciones están dotadas de rigor y plena veracidad".

La asociación fundamenta tal afirmación en el hecho de que a raíz de las ruedas de prensa ofrecidas en Salamanca y Zamora por los afectados sus declaraciones no han sido objeto de querella alguna por supuestas injurias, "por lo que se entiende entonces que "haberlas, haylas".

UnionGc recuerda que es una asociación legal e inscrita en el registro estatal de asociaciones, y como tal sólo puede ser disuelta judicialmente por sentencia firme y no a conveniencia interesada de cualquier personaje político, "que hace caso omiso a las penalidades del colectivo de guardias civiles y castiga en demasía a los que en libertad democrática suplican derechos básicos para ellos".

Por ello, la organización lamenta que alguien dentro del organigrama ministerial olvide o quizás añore "épocas de absolutismo y sin razón, épocas de palos a raudales y persecuciones brutales, tiempos de ausencias en general" en los que "jugarte la vida por ganar derechos era algo habitual en esa España dictatorial, esa España de los jóvenes como el señor Rubalcaba y otros tantos de igual memoria histórica que decían ser progresistas antes y ahora manejan un nuevo lenguaje llamado talante, siendo relativamente fácil ser un afamado funambulista cuanto te protege la red del Estado".