La familia de Cristian Cotanda Taura, fallecido el pasado día 21 en Maó tras haber sido atendido en el servicio de urgencias del Hospital Mateu Orfila, ha adjuntado al Juzgado número 1 de Maó, encargado del caso, el historial médico del joven de 22 años, así como los análisis de orina y sangre que se le practicaron en el centro hospitalario 18 horas antes de que falleciera en su domicilio.

Así lo ha confirmado este lunes el hermano de Cristian, José Sánchez Saura, quien ha apuntado que la familia sospecha que el forense carecía de toda la documentación necesaria en el momento de realizar la autopsia al cuerpo, especialmente de los informes del servicio de urgencias.

Aunque todavía no conocen de manera definitiva el resultado de la necropsia, Sánchez Taura ha subrayado que, según las conversaciones telefónicas mantenidas entre la familia y el forense, el joven habría muerto como consecuencia de una hemorragia digestiva. En este sentido, ha señalado que la incineración del cadáver se aplazará hasta que los forenses decidan si es necesario realizar una segunda autopsia al cadáver.

Por su parte, el abogado contratado por la familia, Carlos Salgado, ha indicado que la familia está estudiando la posibilidad de presentar una denuncia por la vía penal contra el médico que atendió a Cristian por mala praxis o una denuncia por la vía del contencioso-administrativo contra el Hospital Mateu Orfila de Maó, perteneciente al IB-Salut, lo que, según ha dicho, supondría una demanda por responsabilidad patrimonial de la administración.

"Estamos esperando ha tener la autopsia definitiva para decidir que vía tomamos", ha remarcado.

El joven Cristian Cotanda Taura, de 22 años, acudió al servicio de urgencias del Hospital Mateu Orfila el pasado día 21 aquejado de náuseas, vómitos y dolor en el brazo izquierdo y en el pecho.

"Llevaba días sin comer y mi madre, cansada de esta situación, lo llevó a urgencias, donde llegaron a las 7 de la mañana y salieron alrededor de las 13.30 horas", ha explicado el hermano del fallecido.

José Sánchez lamenta que el facultativo que atendió a Cristin centrara su atención en la posibilidad de que el joven hubiera consumido drogas y resalta que todos los análisis de estupefacientes que se le realizaron a su hermano dieron resultado negativo.

Por el contrario, ha dicho, "los resultados del análisis de sangre mostraron algo extraño pues lo citaron para el lunes. Lamentablemente, nunca podrá llegar a la cita". "Si lo hubieran ingresado ahora mismo no estaríamos hablando de esto", ha lamentado.

El diagnóstico del médico fue que el joven presentaba el hígado inflamado y, por tanto, le recetó que tomara Primperán, un protector estomacal, y Pariet, un medicamento para reducir los ácidos en el estómago. Cristian se marchó del centro sanitario y, al día siguiente, falleció en su domicilio, tan sólo 18 horas después de ser atendido.