La Generalitat recortará este año un 10% sus gastos, dentro de su Plan de Reequilibrio y Austeridad presentado este viernes, que no prevé subidas de impuestos y que permitirá cumplir con los límites de déficit que impone el Estado.

El presidente Artur Mas lo ha dicho en rueda de prensa para presentar el plan, que pretende un déficit catalán del 1,3% para 2011, cumpliendo las previsiones oficiales del Estado, para lo cual el Govern debe "cumplir" recortando sus gastos sin subir los impuestos, y el Gobierno mantener sus aportaciones.

Así, Mas ha exigido al Gobierno que las aportaciones que hará a la Generalitat este año sean las mismas de los que hizo en el pasado ejercicio. Ha indicado que el Estado debe cooperar con el Govern, ya que es "directamente responsable" de su situación financiera, aunque ha recalcado que no está lanzando ninguna amenaza al Gobierno central, sino que hace un llamamiento a la responsabilidad colectiva.

Las grandes estrategias del Plan de Austeridad pasan por recortar en un 10% el gasto, no subir los impuestos para mantener la actividad económica, pedir la cooperación con el Estado y también la "venta de activos" y la rentabilización del patrimonio de la Generalitat, dos aspectos de los que aún no hay concreciones.

Con este plan, Mas quiere combatir el "desbarajuste" que ha supuesto el tripartito por no abogar por la austeridad. Estas críticas también las ha extendido al Gobierno central, ya que a juicio de Mas, en la gestión de la crisis, se han alcanzado "gravísimas cotas de responsabilidad durante mucho tiempo por parte del Estado español".

Mas ha admitido que recortar no le gusta y que preferiría no hacerlo, pero lo hace ya que, en caso contrario, tanto el autogobierno como el Estado del Bienestar "podrían estar en riesgo". Aún no se ha concretado en qué consellerias afectará más el recorte, una decisión que era inevitable: "Si no nos portamos bien en el nivel del gasto, la cosa se va complicando y los países llegan al colapso", situación que el Govern quiere evitar.