El Premio Isabel Torres recae en un estudio sobre el arbitraje femenino

El trabajo de investigación muestra las desigualdades que las árbitras padecen en relación con sus compañeros masculinos

El Cuarto Premio Isabel Torres ha recaído en un estudio sobre el arbitraje femenino realizado por Mª Paloma Mata Codesal del que el jurado ha valorado la novedad del tema abordado y el trabajo de campo desarrollado.

Dicho premio está convocado por el Aula Interdisciplinar Isabel Torres de la Universidad de Cantabria y la Dirección General de la Mujer del Gobierno de Cantabria para promover y reconocer el valor académico y social de los estudios de las mujeres y de género. El premio se entrega este jueves, durante el acto académico que celebra la UC con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino.

En el trabajo ganador, titulado 'Árbitra no me ha llamado nadie. La situación de la mujer en el arbitraje de fútbol en Cantabria', la autora aborda en profundidad el mundo del arbitraje de fútbol femenino en Cantabria.

Aunque el estudio cualitativo se centra en el Comité Territorial de Árbitros de Fútbol de Cantabria, también se ofrece una sinopsis de datos cuantitativos recogidos por la autora en los diferentes comités de árbitros/as de España que perfilan el panorama del arbitraje español de fútbol en la temporada 2009-2010, algo que no se había hecho hasta el momento.

Se espera así que este estudio sirva de base para futuras indagaciones en el poco investigado mundo del arbitraje femenino de fútbol. Los datos cualitativos del Comité Territorial de Árbitros de Fútbol de Cantabria se recogieron en forma de entrevistas a árbitros y árbitras en activo la temporada 2009-2010.

"La investigación surge de la necesidad de visibilizar a las árbitras quienes se desenvuelven en un mundo fuertemente masculinizado, que ha sido social e históricamente adjudicado a los hombres", explica Mª Paloma Mata, quien subraya que la escasa bibliografía existente sobre el tema hacía "aún más pertinente" esta investigación.

El hecho de que la autora formara parte del colectivo sobre el que se ha realizado el estudio conllevó el acceso privilegiado a facetas que de otra manera hubieran pasado desapercibidas.

El estudio muestra las desigualdades que las árbitras padecen en relación con sus compañeros masculinos. "El tema de la discriminación en relación a los ascensos es especialmente sangrante (entre otras cosas por el androcentrismo enraizado a todos los niveles, que tiene su expresión en aspectos como las pruebas físicas necesarias para ascender) ya que esto obstaculiza que las mujeres lleguen a ocupar posiciones de poder en la estructura arbitral. Las desigualdades no terminan ahí sino que las árbitras deben enfrentarse a lenguaje sexista, instalaciones inadecuadas, o uniformes no adaptados a sus necesidades", afirma esta educadora social.

Propuestas de mejora

El estudio refleja que el hecho de que la estructura arbitral a nivel regional de la Comunidad Autónoma de Cantabria no propicie ni la entrada a las futuras árbitras ni su ascenso, genera una incorporación muy lenta de la mujer al mundo del arbitraje de fútbol. El estudio ofrece iniciativas para mejorar la situación de las árbitras en Cantabria, como por ejemplo la implementación de procesos de captación selectiva y no sexistas.

El jurado ha estado integrado por Ana Isabel Méndez Sainz-Maza, directora general de la Mujer del Gobierno de Cantabria; Helena Martínez Bueno, coordinadora de la Unidad de Igualdad de Género del Gobierno de Cantabria; Pilar Ballarín Domingo, profesora de la Universidad de Granada; Lídia Puigvert Mallart, profesora de la Universidad de Barcelona; y Marta García Lastra, directora del Aula Interdisciplinar Isabel Torres de Estudios de las Mujeres y del Género.

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