El presidente de CiU, Artur Mas, consideró este comentario «absolutamente desafortunado» (Izquierda Unida también lo criticó) y apostó por «un cambio de presidente», por lo que invitó a ERC a «buscar fórmulas alternativas». Mas afirmó que si Maragall no rectifica su denuncia contra CiU, por el supuesto cobro de comisiones del 3% por la adjudicación de obras públicas, la federación nacionalista «no tardará» en presentar una moción de censura contra él, tal como ya ha hecho el PPC. El presidente del Parlament, Ernest Benach, aseguró a Catalunya Ràdio que la querella de CiU contra Maragall es «un error», aunque también afirmó que el presidente de la Generalitat debería disculparse con CiU por insinuar que los convergentes habían cobrado comisiones del 3%.Futuro preocupante
Benach recordó que «nos estamos jugando la Catalunya de los próximos 30 años». Por eso, vio con «preocupación» el futuro y afirmó que «no es bueno» que se presente una querella contra el presidente de la Generalitat y que éste no sea capaz de pedir perdón.
La Sindicatura de Comptes no ha encontrado rastro de las supuestas comisiones del 3%. Y el Institut Català de la Dona pidió que no se saquen de contexto las palabras de Maragall sobre que el Govern se siente maltratado.