La Junta pone en marcha el nuevo Programa de control en industrias y establecimientos alimentarios 2011-2015

Se estructura en ocho áreas y 18 programas específicos y prevé más de 800.000 visitas de control oficial y la toma de 70.000 muestras
frutas y hortalizas
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La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un nuevo Programa de control oficial en industrias y establecimientos alimentarios en la Comunidad para el periodo 2011-2015 con el fin de dar respuesta a las exigencias de los mercados nacional e internacional sobre los productos alimentarios y, si cabe, mejorar su nivel "excelente".

El Plan se dio a conocer este martes en la jornada 'Nuestro compromiso con la seguridad laimentaria' desarrollada en el Hospital Río Hortega de Valladolid a la que asistieron unas 250 personas y que inauguraron el consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, y el presidente del Grupo Siro, Juan Manuel González Serna, quien preside también el Foro Interalimentario, asociación para la mejora de la formación y de la información alimentaria de los consumidores y la sociedad.

El citado Plan, que se estructura en ocho áreas y cuenta con 18 programas específicos, se ha llevado a cabo con la colaboración de 45 entidades "muy relacionadas" con la alimentación y ha sido propiciado por el Foro Interalimentario, explicó el consejero de Sanidad.

Álvarez Guisasola, en declaraciones recogidas por Europa Press, concretó que se trata de un Plan que recoge todas las inquietudes y necesidades de los diferentes agentes implicados en la industria alimentaria, que entra en vigor ahora y que era "absolutamente necesario" para adaptar a las nuevas exigencias no sólo del mercado español sino de la Unión Europea todo el plan de control y vigilancia de los alimentos. Además, está en consonancia y es una parte del desarrollo de la ley aprobada en las Cortes en materia de seguridad alimentaria.

Entre sus objetivos, el consejero destacó en primer lugar la autorización y vigilancia de las 8.200 industrias y 45.000 establecimientos alimentarios que hay en la Comunidad, a los que cada año se cursan unas 150.000 visitas.

Además, otro de sus fines es acreditar estos establecimientos, apartado en el que destacó el "papel fundamental" que supone la vigilancia de los 140 mataderos existentes, que sacrifican unos 50 millones de reses al año. El consejero afirmó que el control es "muy estricto" en toda la cadena de procesado de estos animales.

Otro de los objetivos de este Plan es el control analítico de los alimentos que hace que tanto desde el punto de vista bacteriológico como organoléptico, de contaminantes orgánicos e inorgánicos, para que estos productos no presenten problemas para la salud. Para ello, se realizan aproximadamente unos 13.000 análisis al año.

Formación e información

También contempla otras funciones como la formación e información a la población, la vigilancia de alertas sanitarias y problemas que puedan surgir por importación de alimentos o manejo de los mismos, así como investigación y asesoramiento.

Para su funcionamiento, Francisco Javier Álvarez Guisasola explicó que es necesaria la colaboración y participación de un "importante" contingente de recursos humanos compuesto por 636 inspectores y 123 encargados del análisis de las diferentes muestras.

El consejero destacó la importancia que en la Comunidad tiene el sector agroalimentario, principal característica que obliga a que estos planes de control y vigilancia sean "muy estrictos y serios".

"Nos jugamos la credibilidad de los productos dentro del mercado nacional e internacional que en ocasiones tiene tasas de exigencia mayores que el nacional", dijo Guisasola, quien añadió que el nivel de los alimentos de la Comunidad es "excelente" pero hay que "mantenerlo y, si cabe, mejorarlos".

Por su parte, González Serna, considera un reto elevar al nivel de excelencia de toda la industria alimentaria y recordó que lo que ocurra en cualquier industria de este sector "afecta a todas las demás", de forma que la única solución "para hacer los mejores y más ricos alimentos" con los mayores niveles de seguridad alimentaria es que todos suban el listón. "Debemos hacer los mejores productos, los más ricos, pero los más sanos", añadió.

Características del plan

El Plan de control oficial en industrias y en establecimientos alimentarios de Castilla y León 2011-2015 se plantea como marco de actuación referido al control durante los próximos cinco años, para lo que cuenta con una programación de actuaciones que se estructura en ocho áreas y 18 programas específicos para vigilar y controlar el cumplimiento por parte de los operadores de más de 575 referencias legales.

Esto tendrá su reflejo en más de ocho millones de datos anuales que se gestionarán informáticamente con el fin de priorizar el control oficial por los riesgos detectados.

Las previsiones iniciales indican que a lo largo de los próximos cinco años, entre otros números, se realizarán más de 800.000 visitas de control oficial; el número de tomas de muestras supere las 70.000; los sacrificios de animales vigilados por los veterinarios de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria serán más de 380 millones.

Además, se publicarán más de un millón de ejemplares de elementos divulgativos (folletos, dípticos, libros, etcétera...) orientados a la prevención y la información con consejos sobre seguridad alimentaria tanto para consumidores como para los trabajadores y responsables de las industrias y los establecimientos alimenticios.

Fuentes de la Consejería de Sanidad indicaron que el análisis de los datos del anterior programa de control (2006-2010) ha reportado algunas cuestiones de interés que han servido en la elaboración del nuevo Plan.

En concreto, refleja que aproximadamente el 1,8 por ciento de los establecimientos controlados han presentado incumplimientos, deficiencias o no conformidades; en torno al 0,2 por ciento de los animales vigilados en sacrificio han sido decomisados por procesos zoonóticos y que menos del uno por ciento de los análisis de muestras tomadas resultaron positivas en cuanto a la presencia de microorganismos, toxinas, contaminantes, residuos y otras sustancias con riesgo para la salud.

El número de expedientes sancionadores se sitúa entre los 600 y 800 anuales y el número de alertas alimentarias gestionadas a lo largo del anterior plan se situó en 189. En el mismo periodo se produjeron 233 brotes de intoxicaciones alimentarias.

Según estos datos, los análisis reflejan que los riesgos vehiculados en alimentos entre 2006 y 2010 más frecuentes son los microorganismos patógenos, con un 20 por ciento (salmonella, campylobacter, etcétera); metales pesados (10 por ciento) y microtoxinas (9 por ciento).

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