La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un año de prisión a un hombre que tenía 32 plantas de marihuana en su finca de Guriezo.

El fallo entiende que esa cantidad "excede" las cantidades que pueden considerarse para consumo propio, por lo que interpreta que estas sustancias se destinaban al consumo.

Pero como no se ha podido comprobar que efectivamente las vendiera, se rebaja la pena desde los 18 meses de prisión al que le condenó inicialmente el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander al año que se fija ahora.

La "extensa área" destinada al cultivo se considera un elemento "probatorio" del tráfico. El autoconsumo está establecido en 50 gramos de hachís, según el Código Penal, o en una dosis media diaria de 5 gramos, cifras que en este caso se excedieron "con gran amplitud".

El acusado presentó un recurso, que sólo fue admitido en el sentido de que se admite que no se le vio hacer entregas de droga a terceros, que no había un conocimiento "amplio" de la existencia de esta plantación o que carecía de los instrumentos que habitualmente se destinan a la distribución masiva.