La edil colomense instala este lunes su despacho en el distrito tercero de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), que agrupa los barrios de Singuerlín, Les Oliveres, Can Franquesa, La Guinardera y Can Calvet. Lo tendrá ubicado allí toda esta semana. La iniciativa, L’Alcaldia als barris, se ampliará a todos los distritos hasta el 8 de abril.

Ya ha cumplido un año en la alcaldía.

Y en este tiempo he estado en contacto con el colectivo de vecinos y asociativo a través de paseos semanales por la ciudad. Los ciudadanos me pedían una mayor relación de proximidad.

¿Y de ahí este proyecto, que este lunes materializa, de desplazar la presencia de la edil a los diferentes distritos?

Nos ayudará a hacer una fotografía de la situación de cada zona. Y obtendremos información muy valiosa de la ciudad. Haré visitas a equipamientos y escuelas.

¿En qué cambiará su agenda como alcaldesa en estos emplazamientos?

Habrá una parte invariable de la agenda vinculada a los aspectos cotidianos del cargo, como la Junta de Govern Local o la Junta de Seguretat. Esta última la realizaremos en la comisaría de Mossos del distrito. Después habrá otra parte de la agenda orientada a cada barrio.

¿Qué respuesta espera por parte de los vecinos?

En positivo. Y que nos ayude a trabajar desde la corresponsabilidad por ambas partes para la mejora de la ciudad. Queremos que la ciudadanía tenga la voluntad de implicarse en su ciudad más allá de las demandas de mejora que nos puedan plantear.

¿Cuál es, en su opinión, el reto más urgente al que se enfrenta Santa Coloma?

Incidir en el mercado de trabajo y en el fomento de medidas para poder conseguir una mayor ocupación y la creación de nuevas empresas en la ciudad. Además, hemos de trabajar por la normalidad, la calidad de vida y la seguridad en el espacio público.

¿Este traslado de su oficina a los barrios supone realizar un gasto municipal extra?

No, porque hacemos uso de instalaciones públicas y de material, como ordenadores portátiles y móviles y otras herramientas habituales. En este sentido, la alcaldía es muy austera. Estamos en tiempos de racionalización de la economía y de rigor en el uso de los recursos.

La alcaldía de barrio fue una idea que puso en marcha Pasqual Maragall en su etapa al frente de Barcelona. ¿Usted la recuerda?

Sí que lo recuerdo. Él tenía muy clara la importancia que tenía la proximidad con la ciudadanía y la igualdad de oportunidades. Supone un referente clave. Es una forma de hacer política que la gente valora. Y estos pasos los hemos de dar los responsables políticos.