Uno de cada 5 bebés en Córdoba es hijo de una madre soltera

Las madres que tienen hijos sin casarse eran el 0,9% en 1975 y ahora son el 20%. En pueblos pequeños, la cifra es mucho menor.
Los tiempos cambian, y evoluciona el tradicional modelo familiar. Prueba de esto es que cada vez más mujeres se deciden a tener hijos fuera del matrimonio.

En Córdoba capital, de los  más de 3.500 recién nacidos que hubo en 2004, el 20%, 662 en total, eran hijos de madres solteras (con pareja estable o sin ella) según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Aun así, este porcentaje está por debajo de la media nacional (25%) y muy lejos de otras capitales como las de Canarias o Baleares, por ejemplo, donde se supera el 40%.

No obstante, si se compara con cifras de hace 30 años, se puede comprobar la evolución de la sociedad. En 1975 hubo 12.692 alumbramientos y sólo 113 bebés eran hijos de madres solteras, lo que supone menos del 1%. Hace una década las madres solteras eran ya el 6%. Según los datos del INE, el número de madres que no están casadas disminuye según el tamaño del municipio. En la provincia de Córdoba, sin contar la capital, hubo 4.551 nacimientos y sólo 529 hijos (el 12%) son de madres solteras. En municipios cordobeses de menos de 10.000 habitantes (el 90% de los pueblos), la cifra es aún menor, y no llega ni al 10%.

La edad en la que estas madres deciden dar a luz oscila entre los 25 y los 34 años y la mayoría de ellas tuvieron en 2004 su primer hijo, aunque en Córdoba una de las parturientas consideradas como ‘solteras’ llegó a dar a luz a su octavo hijo.

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El testimonio

Paqui Cazalla

«Antes te señalaban en la calle»

«Por aquellos años la sociedad no lo aceptaba», cuenta Paqui, que fue madre soltera en 1969 a sus 23 años. En una época no precisamente «muy liberal», Paqui tuvo que aguantar un aluvión de críticas. «Era consciente de que hablaban de mí por la espalda, estaba muy mal visto por entonces y la gente te señalaba en la calle. Parecía que lo tenía en la frente escrito». Aun así, con todas las trabas, dice que la experiencia fue maravillosa. «Ahora, la sociedad lo acepta todo mucho mejor y es más fácil ser madre soltera». Sobre cómo fue la infancia de su hijo, cuenta que «no me hacía muchas preguntas», además, «estuvo rodeado del cariño de tanta gente que nunca ha notado la ausencia de un padre». Aconseja que lo mejor en estos casos «es contarles la verdad desde pequeños».

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