El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inaugura la exposición 'Julio González, David Smith. Un diálogo sobre la escultura', que rinde homenaje a estos dos gigantes de la historia del arte del siglo XX y pone de manifiesto cómo el creador catalán marcó la carrera del norteamericano al convertirse en un influjo "constante y reconocido".

Un total de 94 piezas —43 de González, procedentes de los fondos que custodia el IVAM, y 51 de Smith— integran la muestra, que se podrá contemplar en las salas centrales hasta el próximo 1 de mayo y que este jueves ha sido presentada en rueda de prensa por la directora del IVAM, Consuelo Ciscar; el comisario y exdirector del museo, José Francisco Yvars, y la conservadora del legado de Smith, Susan Cooke.

La selección, ha explicado Yvars, arroja luz sobre la manera en la que David Smith (1906-1965) asimiló la herencia de Julio González (1876-1942) en los años treinta, período de madurez del autor español y de formación del americano. Y es que la obra de Julio González "fascinó" a Smith y supuso para él una auténtica revelación que dejaría huella en todo su trabajo posterior.

Así, a pesar de tener una educación "casi antagónica" —un "católico y catalanista acérrimo" frente a un discípulo de la sensibilidad de la Arts Students neoyorquina— y de estar unidos sólo físicamente por una máscara obra de González que Smith consiguió durante una visita a París, ambos creadores coincidieron en la investigación sobre la plasticidad de la forja del metal, los procesos de síntesis formal y la técnica de la soldadura del hierro.

Además, Smith siempre admiró de González su "dedicación vocacional al arte y su determinación por mantenerse fiel a sus valores" y compartió el convencimiento de que es el propio artista quien debe tomar todas las decisiones sobre su labor. Quizá por ello, el escultor de Indiana sentía que, como le sucedía a él mismo, el catalán no fue lo suficientemente reconocido en vida, ha apuntado, por su parte, Susan Cooke.

Igualmente, los dos escultores supieron "ajustar cuentas" con las tradiciones artísticas de su época, el modernismo en el caso de González, mientras que Smith lidió con la vanguardia.

La suma de todas estas afinidades ha dado como resultado una muestra en la que se establece "una conversación maravillosa" entre estos dos nombres fundamentales de la creación artística, ha añadido la especialista.

Para elaborar el discurso expositivo, se ha contado con el amplio fondo artístico del IVAM pero también con todas las obras que eran necesarias de Smith. "No hay ninguna carencia", ha subrayado José Francisco Yvars, que ha precisado que, incluso, se ha decidido en el último momento dejar de colgar una o dos piezas porque resultaba "excesivo" para el conjunto.

"desafío museográfico"

Se trata además de una "exposición de museo", ha recalcado el comisario, quien ha defendido que "en un tiempo de transterramiento abusivo de aquí para allá es importante hacer museo, investigar sobre la propia colección para darla a conocer al público y para renovar la visión sobre las obras". "Es un desafío museográfico", ha aseverado el experto, que ha definido la exhibición como "un brutal enfrentamiento de al obra del arte ante el espectador contemporáneo".

Asimismo, el exdirector del IVAM ha revelado que esta muestra fue la única que quedó pendiente de su etapa al frente del espacio cultural y ha resaltado la necesidad de preparar otra similar pero de Gargallo, ya que éste fue, junto con Picasso, como precursor, y el propio Smith, como potencia internacional, un personaje definitivo en la configuración crítica de González.

Durante la presentación, Consuelo Ciscar ha declarado que la muestra está "cargada de simbolismos al concitar a dos fuerzas de al naturaleza artística" de la pasada centuria, al tiempo que ha recordado que para González y Smith la escultura fue "una especie de dibujo en el espacio y de liberación de la potencia creativa que vuelve a recuperar la hegemonía que se le había negado desde los tiempos de Rodin".

Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo ilustrado con reproducciones de las obras expuestas y que incluye textos de Susan Cooke, Sarah B. Kianovsky, Michael Brenson, Carmen Fernández, Consulo Ciscar y José Francisco Yvars.