Por eso llama la atención que ciertos rumorólogos la hayan elegido como lugar de exilio para figurones en desgracia. Unos anticipan el desembarco de Acebes, esa rutilante estrella del PP, en el cómodo sillón de la Presidencia regional, dejando cesante a Juan Vicente Herrera. Otros –y no sé si los mismos– aseguran que Rodríguez Zapatero tiene la intención de prescindir de los servicios de Jesús Caldera proporcionándole un traspontín de candidato a la presidencia de la Junta.
La primera de estas hipótesis equivaldría a prescindir del más irreductible ariete del primer partido de la oposición, lo que sólo se podría explicar por un cambio radical en la política de éste. La segunda no parece que pudiera explicarse por el alumbramiento de ninguna novedad política. El Ministerio de Trabajo guarnece por ahora un frente muy tranquilo, lo que hace que su titular haya sufrido escaso desgaste. Con el agravante de ser lo más parecido a una burla: ocupar el lugar de Villalba.
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