Sus trabajos para Björk o Chemical Brothers le convirtieron en uno de los más reputados directores de vídeos musicales. Después, ¡Olvídate de mí! o Rebobine, por favor han hecho de Michel Gondry un cineasta de culto y ahora estrena una superproducción de Hollywood.

De películas pequeñas a ésta: ¿el tamaño importa?

Es divertido, porque los productores me preguntaban si haría una película independiente de gran presupuesto o una superproducción discreta. Les dije lo que esperaban oír: que sería un gran éxito.

¿Comedia o película de superhéroes?

Una película de superhéroes, y muy seria..., pero con el humor de mis trabajos anteriores. Aquí lo usé para que la gente se identifique con los protagonistas: más allá de efectos y peleas, lo que más hay de mí en la película es humor.

Dicen que se peleó mucho con el estudio...

No es verdad. Acepté que había que lograr un éxito y puse todo de mi parte para conseguirlo.

No convenció a Nicolas Cage.

Estuve a punto, pero no fue posible y recurrimos a Christoph Waltz, que es un gran actor. Pasa a diario en este tipo de proyectos, y a veces esas ausencias hasta sirven para mejorar las películas.

¿Cuál es su receta para hacer una película de éxito?

En primer lugar, que el protagonista resulte muy familiar. Si es un héroe, que se deprima, y si es un pringado, que de repente pretenda triunfar. Me gusta rodar a gente que podría ser de mi familia o yo mismo, reflejar nuestro lado humano.

¿Incluso en tres dimensiones?

El estudio me lo propuso, y me pareció bien. Al rodar te das cuenta de que el resultado será muy bueno, y para un director supone un estímulo más.

¿Cómo es trabajar con una actriz como Cameron Diaz?

Tiene un gran tempo para la comedia y una cualidad increíble: siempre que la ves en la pantalla logra hacerte sentir que podría ser una buena colega tuya. Es increíble.

¿Qué relación hay entre su cine anterior y The Green Hornet?

Que todas son divertidas, extrañas y tratan de estimular las emociones del público.