Entre los firmantes se encuentran las Cámaras de Comercio de Sevilla, Huelva y córdoba, así como las asociaciones empresariales de dichas provincias —CES, FOE y CECO, respectivamente— y sus asociaciones de industrias cárnicas. También se incluyen Asaja, COAG, las Denominaciones de Origen de Jamón de Huelva y Los pedroches y empresas como Covap, Sánchez Romero Carvajal Jamón SA, Sierra de Jabugo SL, Sierra de Sevilla, Señorío de Montanera o Romero Álvarez SA, entre otros.

El portavoz de la plataforma, José Luis García Palacios, avanza que llevarán estas propuestas recogidas en el manifiesto a la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, a Extremadura, a Castilla-La Mancha, a Castilla y León y al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino "para que se realicen los cambios precisos para preservar la raza".

"Nuestras propuestas no van contra nadie, sino a favor de esta raza ligada a la dehesa", sentencia García Palacios, que subraya la necesidad de preservar esta "tradición ganadera e industrial ligada al entorno y que supone una joya gastronómica única en el mundo".

En este sentido, el documento pide que se establezca una "distinción clara" del cerdo por su raza, ibérico y cruzado, y por su alimentación, bellota o cebo. Además, insta a que se lleve a cabo una "trazabilidad total", donde las designaciones de los animales y sus métodos de elaboración se reflejen finalmente en las etiquetas de los jamones, paletas, lomos y carnes, otorgando "una garantía total al consumidor final".

"La no diferenciación real de la raza ibérica, con el cruce y los criterios formulados, banalizando el entorno y el manejo de la cría en el marco de la dehesa están poniendo en peligro la supervivencia de la cría e industria tradicional, por la deslocalización de la producción, y de la dehesa y, por consiguiente, del principal modo de vida de sus habitantes", sentencia el escrito.

El manifiesto reclama que se garantice la conservación de las dehesas de encinas y alcornoques mediante la rentabilidad de las explotaciones de cerdo ibérico y la adopción de medidas de diferenciación de un producto "exclusivo en el mundo, un jamón de cerdo ibérico sin cruces y criado en la dehesa", estableciendo además medidas para la defensa de su singularidad.

Así, insta a que se aporte "transparencia" al consumidor para que el mercado asocie correctamente la raza, el sistema de producción y el producto; a que se simplifique el mercado con la utilización de un mejor número de designaciones; y a que se obtenga de la Administración la "consideración de objetivo primordial en su acción normativa el mantenimiento de la raza porcina ibérica y de la dehesa". Para promover el desarrollo de estos objetivos, plantea la creación de una entidad.

Las citadas organizaciones, empresas y entidades consideran que la dehesa es un territorio "de rico patrimonio, un ecosistema único en Europa", con cuatro millones de hectáreas, y con un importante peso económico, medioambiental y social, que procura la fijación de la población rural.

"La raza porcina ibérica es una raza autóctona singular y de tradición milenaria, con una elevada rusticidad y criada en un sistema productivo extensivo con aprovechamiento de los recursos naturales de la dehesa, considerándose el binomio dehesa-cerdo ibérico como modelo de sostenibilidad y calidad tradicional", concluye.