La campaña está dirigida a niños de entre 7 y 10 años a los que se enseña con una aplicación interactiva cuáles son los alimentos más idóneos.

El niño puede seleccionar alimentos para cada comida del día entre todos los que se presenten y en función de si su elección ha sido correcta o no, podrá pasar a la comida siguiente, y así de forma sucesiva.

Al iniciar el juego se le pedirá al niño su nombre o apodo para distinguirle del resto de los usuarios y al final de cada comida (desayuno, comida, merienda y cena) aparecerá la valoración correspondiente a los alimentos seleccionados, junto con la advertencia de cuál de ellos no es adecuado para esa comida.

Al final de todas se ofrecerá al usuario una valoración final con una recomendación acerca de sus hábitos alimentarios y podrá ver cual es la puntuación alcanzada en comparación a sus compañeros.

Según fuentes municipales, la obesidad infantil es un proceso metabólico en el que se produce una acumulación de grasa excesiva en relación con el promedio normal para su edad, sexo y talla.

En EE.UU afecta al 15-20 por ciento de los escolares y en España un reciente estudio sitúa en un 13 por ciento la obesidad infantil y en un 26% la media de sobrepeso.